CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La misma película se proyecta en Ciudad Victoria desde hace 20 años, solo que cada estreno se cambian los actores, algunos siguen, otros llegan y simplemente muchos se van.
El cine local con capacidad para 18 mil personas, exhibe cada año con letras doradas una premier más de una cinta que podemos denominar “Vamos por el ascenso”, en otras ocasiones cambia de nombre “Ésta es la buena”, o también “Ya nos toca”.
Los espectadores cada año llegan con bríos renovados para ver si la trama cambia, según el director de la película, pero la realidad es otra, siempre es el mismo, siempre es la misma historia, algunos se cansan de verla, otros ya ni siquiera van, pero la tradición va pasando de generación en generación.
Hoy parecía que se estrenaba una nueva película, una entrada mucho mayor a la de toda la temporada lucía el cine de la avenida Carrera Torres, cerca de 10 mil aficionados estaban presentes esperando ver un guión diferente, al menos el productor asociado Ricardo Cadena así lo había dicho, pero la realidad fue otra.
Como si nada hubiera pasado en el torneo, como si el futbol demostrado se hubiera olvidado, de esas veces que la gente se hace de la “vista gorda”, del que siempre perdona, del que está ahí aunque ya se la sepa y la haya visto siempre, hoy la gente respondió, pero los actores no estuvieron ni cerca de llevarse un Oscar por mejor actuación.
La afición de Correcaminos acudió hoy de nuevo al estadio con una ligera esperanza de ver una mejoría en el equipo, de esperar que ahora sí sea la buena, la venta de boletos fue floja durante toda la semana, pero el día de la premier decidieron dar el “beneficio de la duda”.
Y sí, la porra regresó a casa, la “Legión Plebe” se hizo presente, cantó, brincó, sudó y lloró durante los 94 minutos de juego, pero simple y sencillamente el guión no cambió.
Desde los primeros minutos se pudo ver un Correcaminos precavido, jugando a no perder, la desesperación fue normal, gritos hacia el entrenador para que impulsara a su equipo a ir hacia adelante, al medio tiempo la rechifla y abucheos, y luego llegó el gol visitante, nadie lo podía creer; sin embargo, Orozco revivía las esperanzas con un golazo, tanto que le costó salir lesionado del partido.
Sin embargo, minutos después llegó el tiro de gracia y Correcaminos hoy se encuentra moribundo y al parecer esta vez nadie acudirá a su auxilio.
Faltando 15 minutos y ya con la derrota, un cerco policiaco se hizo presente para evitar problemas entre jugadores y afición al final del partido, hoy la gente ni siquiera se tomó la molestia de ir a gritarles o reclamarles, sólo dos aficionados se atrevieron a encarar a los cerca de 80 elementos de Seguridad Pública Estatal y Staff del equipo Correcaminos, exigían su derecho a manifestarse. Sin embargo, mejor optaron por irse… y así entre el dolor del silencio y la obscuridad, uno a uno de los jugadores se fueron subiendo hacia el autobús que los llevó a su hotel de concentración, hoy viajan a Puebla con las veladoras puestas y buscando un milagro, que parece no llegará.