La apatía popular hacia las campañas electorales en turno demuestra tácita- mente que los mensajes de los candidatos a las diputaciones federales que estarán en juego el 7 de junio no han logrado su objetivo y que si el desinterés persiste va a resultar complicadísimo y sumamente costoso conseguir que los votantes acudan a las urnas el día de los comicios.
Aunque la compra del sufragio es un acto ilegal al que, en mayor o menor grado, recurren los partidos mayoritarios para mo- tivar a los electores a que acudan a ejercer el sufragio y les favorezcan con el voto, no tienen de otra que optar por este medio para reclutar adeptos.
Si no les otorgan algún beneficio, miles de ciudadanos apáticos o desinteresados en el proceso electoral preferirán mil veces ir al cine, pasear con la familia o quedarse en casa a presenciar el partido México con- tra Brasil, que se transmitirá esa fecha que asolearse para cumplir con la obligación cívica.
Los que están molestos por la actual si- tuación económica y de inseguridad o que se encuentran hartos de que elecciones van y elecciones vienen y los problemas que padecen siguen sin resolverse, es muy probable que acudan a votar pero segura- mente lo harán por los opositores al partido que gobierna el Estado y el país o a aquel o a aquellos a los responsabilizan de los males que les aquejan.
Ante ese panorama, seguramente los es- trategas y operadores políticos tienen que crear un guardadito y de una suma consi- derable, igual o superior a la que erogarán a lo largo de los recorridos proselitistas que no deje huella fiscal y que tampoco los exponga al riesgo de rebasar el tope de las campañas señalado por la ley, para llevar a las urnas a sus simpatizantes.
Los jerarcas del PRI necesitan, además, tomar toda clase de providencias para no arriesgarse a sufrir algún descalabro, pues, no obstante lo que muchos de ellos creen de que el ex invencible va a arrasar y hasta a sepultar en votos a los adversarios, la percepción de los especialistas es que las elecciones serán competidas y de un eleva- do abstencionismo.
Y también tener cuidado con aquellos priistas que militan en la filas de la estruc- tura de seguidores y partidarios de la ex alcaldesa María Magdalena Peraza Guerra, porque cuando alguien les pregunta ¿por quién van a votar?, casi siempre respon- dan, por el que diga Magda.
Las muestras de afecto, como los gri- tos, las porras, lo besitos en la mejilla, los abrazos apretados y los saludos efusivos, son sólo parte de la parafernalia popular, que no significan compromisos de apoyo y que, como tampoco se reflejarán en la contabilidad de los sufragios, no deben de ser tomados como señales de simpatía o respaldo por los contendientes.
Propios y extraños coinciden, además, en que a pesar de que participan diez y once candidatos, la realidad es que esta vez, como en otros procesos electorales, la pelea de las curules del Congreso de la Unión será protagonizada principal- mente entre los candidatos del PRI y del PAN y sólo en algunos distritos, como el IV de ciudad Victoria, estarán peleando el triunfo abanderados de otros partidos, caso concreto del ex panista Gustavo Cárdenas Gutiérrez, que contiende con la camiseta del izquierdista Movimiento Ciudadano.
En Tampico, en cambio, la disputa del asiento legislativo se dará entre la priista Mercedes del Carmen Guillén Vicente y la de Acción Nacional, María Elena Figueroa Smith, en tanto que la correspondiente a ciudad Madero entre el petrolero Esdras Romero Vega y la activista Silvia Cacho Tamez.
Sin embargo, no se ve interés de los priistas en los debates que, a petición de los representantes de algunos partidos políti- cos han formulado ante las autoridades del INE, podría organizar el árbitro electoral de los distritos de nuestra zona, no se sabe si porque le tienen miedo a la guerra de lodo y descalificaciones o al peligro de perder puntos en las preferencias ciudadanas.
El perredista Cuitláhuac Ortega Maldo- nado está haciendo un campaña decorosa y significativa, pero la mala imagen que tiene el PRD augura una votación que qui- zá le alcanzará al ex dirigente estatal para mantenerse como tercera fuerza electoral, porque no es remoto que sea desplazado de esa posición por el candidato indepen- diente Manuel Heriberto Santillán Martí- nez, que está jalando a muchos electores, esto como resultado de la ausencia de un aspirante más conocido del Partido Verde Ecologista que la profesora Melba Solís.
Como sucedió en la contienda presi- dencial del 2012, los favoritos son otra vez los candidatos del Revolucionario Institu- cional, aunque, según las encuestas, no se descartan sorpresas y que inclusive vuel- va a repetirse la historia de hace tres años, cuando se hizo la chica en la mayoría de los distritos.




