CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En Tamaulipas, la palabra «oposición» se devaluó en el terreno electoral, en este 2015.
La lectura que fue clara en todo el país, es el hecho de que en la elección 2015 hayan participado, por vez primera en la historia, diez partidos políticos, lo cual evitó la polarización y estimuló la fragmentación del voto en distintos colores y preferencias.
El fenómeno se registró a nivel nacional y se reflejó, en su proporción, en el estado: por abajo de los dos principales partidos políticos que se disputan el poder con intensidad desde mediados de la década de los ochentas y, sobre todo, principios de los noventas, PRI y PAN. Entre ellos existe una franja compuesta por organizaciones en declive y otras nacientes o en ascenso.
Ahí se mueven, en Tamaulipas, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la Revolución Democrática (PRD) y Nueva Alianza (PANAL).
Esos partidos se disputaron el tercer, cuarto, quinto y sexto lugar en los ocho distritos tamaulipecos, salvo en Ciudad Victoria, donde el Movimiento Ciudadano, una vez más con la candidatura de Gustavo Cárdenas, obtuvo el segundo lugar y disputó palmo a palmo la diputación federal.
Es más, si se sumaran los sufragios obtenidos por los partidos ‘de izquierda’ (PRD, MC, Morena y PT), la cifra rondaría los 150 mil votos, una cantidad que puede representar una tendencia hacia el futuro, sobre todo hacia la elección presidencial de 2018.
Incluso, no deja de llamar la atención la cantidad de votos que recibió el partido Encuentro Social (PES): 36 mil 685 sufragios, que representan el 3.26 por ciento de la votación total.
Con la caída del PAN en las urnas en este proceso electoral, el panorama luce prometedor para que el PRI vuelva a ganar la gubernatura de Tamaulipas el próximo año.
Sin embargo, se debe repetir con insistencia lo que afirman los especialistas electorales: cada elección es distinta.
EL TROPIEZO AZUL
Cuando algunos creían que el PAN, el ala conservadora y principal oponente del PRI en la Entidad, iba a repetir un nuevo triunfo en las urnas, el primero sufrió un tropiezo.
Como en los viejos tiempos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtuvo ‘carro completo’ en Tamaulipas el pasado domingo 7 de junio.
De 8 diputaciones federales que integran el territorio electoral tamaulipeco, las 8 se las llevó el partido tricolor, algo que parecía imposible ante los resultados registrados tres años antes.
En la elección de 2012, el PRI sufrió la más estrepitosa derrota de su historia en el estado. De las 8 diputaciones federales en juego, perdió 6. El desplome electoral sacudió el sistema político estatal priista, porque en el saldo negativo el priismo también perdió las 2 senadurías de mayoría relativa.
Pero, dicen los especialistas, cada elección es distinta. Las circunstancias y los contextos son diferentes. Cambian conforme a la definición de múltiples factores.
Hace tres años, Acción Nacional arrollaba al Revolucionario Institucional en Tamaulipas, a pesar de que el tricolor ganaba la presidencia de la república en el escenario nacional.
El dominio blanquiazul fue demoledor: el PAN obtenía las diputaciones federales con cabecera en Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Ciudad Madero y Tampico.
El PRI sólo pudo responder con un triunfo en Ciudad Victoria y, por escaso margen, poco más de 900 votos, en la zona cañera de El Mante, mientras Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el panista que desde hace tiempo quiere ser candidato a gobernador de Tamaulipas, obtuvo la senaduría. La otra silla de la Cámara Alta fue para Maki Ortiz.
En ese entonces la euforia blanquiazul tamaulipeca sólo se enturbió con la tristeza de Josefina Vázquez Mota, la candidata presidencial que perdió.
Sin embargo, el regreso del PRI fue inesperado, con un ‘carro completo’ que parece de otra época y no de la actual, de alta competencia en las urnas. De los 520 mil 205 votos que obtuvo el PAN en la elección de 2012 por las 8 diputaciones federales de Tamaulipas, ahora solamente pudo conseguir 272 mil 560 sufragios. El derrumbe electoral más grave que haya vivido en el Estado.
Es decir, el PAN perdió 247 mil 645 votos de una elección federal a otra.
De un 36.6 por ciento de la votación total en 2012, Acción Nacional pasó a obtener solamente el 24.29 por ciento de los sufragios emitidos en todo el estado. Las 6 diputaciones federales que ganó hace tres años, ahora las perdió frente al PRI.
En el quinto distrito, con cabecera en Ciudad Victoria, quedó en tercer lugar de la contienda, con 14 mil 284 votos, abajo del Movimiento Ciudadano, ubicado en segundo sitio.
Existe otro ángulo, en el estado de pérdidas y ganancias de esa contabilidad electoral. En comparación con la elección federal intermedia de 2009, aunque perdió los 8 distritos, el PAN sacó en esa ocasión un total de 310 mil 390 sufragios. Hoy, en comparación con la elección de hace 6 años, el panismo perdió el pasado domingo 7 de junio casi 38 mil votos.
Sin embargo, no todo es miel para el Revolucionario Institucional, porque tampoco pudo alcanzar la cifra registrada en la elección federal intermedia de 2009, a pesar de que en 2015 también se llevó ‘carro completo’.
El PRI obtuvo en Tamaulipas, a la mitad del sexenio del panista Felipe Calderón, 502 mil 493 votos, mientras que en el proceso electoral 2015 sumó un total de 483 mil 422 sufragios, es decir, 19 mil 071 votos menos en los 8 distritos.
El retroceso panista se mide con los resultados de los ocho distritos tamaulipecos.
Un ejemplo: el Séptimo Distrito, con cabecera en Ciudad Madero y que comprende, además, los municipios de Altamira y Aldama. En la elección de 2012, el PAN alcanzó una cifra sorprendente: 63 mil 206 votos. Así ganó la diputación federal al superar al PRI con casi 11 mil 200 sufragios.
En esta ocasión, Acción Nacional pudo sumar 24 mil 858 votos en el Distrito Siete. La pérdida es de 38 mil 348 sufragios.
Ni en la elección federal intermedia de 2009, el PAN obtuvo tan pocos votos en el distrito que comprende Madero, Altamira y Aldama. Esa vez, los sufragios blanquiazules fueron 36 mil 568, o sea, o sea, casi 12 mil votos más que en 2015.
En la estratégica plaza de Reynosa, sede clave para la elección estatal que viene, Acción Nacional alcanzó en el proceso de 2012 un total de 61 mil 034 votos para ganar la diputación federal.
Ahora fue al contrario: sólo pudo captar 33 mil 401 sufragios en las urnas.
En Tampico, una zona con rancia militancia panista, también sufrió un revés. Su candidata María Elena Figueroa Smith, registró la más baja votación desde hace 18 años, en donde Acción Nacional sumó 35 mil 113 sufragios, una plaza en la cual no logró alcanzar su ‘voto duro’ histórico, estimado en poco más de 40 mil sufragios.
La sorpresa fue Nuevo Laredo. Todo indicaba que el PAN ganaría el Primer Distrito, tal como lo hizo hace tres años, con la segunda votación más alta del estado: 76 mil 341 votos.
No obstante, la historia fue muy diferente. Si bien llegó a contabilizar 53 mil 567 sufragios, la mayor votación del PAN en todo Tamaulipas en esta elección 2015, no fue suficiente para vencer al Revolucionario Institucional. En Nuevo Laredo sufrió una pérdida de casi 23 mil votos.
Todos “en picada”…¡Hasta el ganador!
Arturo Rosas/Efraín Klérigan
Los números no mienten. Y tampoco lo hacen en el terreno político y electoral.
El declive de la gran mayoría de los partidos llamados «de oposición» en Tamaulipas, se define por su comportamiento en las urnas. Para precisarlo, basta recurrir al antecedente más cercano del proceso electoral de este año, registrado en el 2012, la llamada elección intermedia, en una tendencia de la cual no escapa ni siquiera el instituto ganador en 2015, el Partido Revolucionario Institucional.
Esta es la evolución en simpatías de los ciudadanos hacia los diferentes membretes participantes -—algunos de los cuales aún no existían— y por lo tanto en las urnas, de cada uno. En estas cifras debe recordarse que la elección de diputados federales en 2012 coincidió con la del Presidente de la República y senadores, por lo cual las diferencias son todavía más acentuadas. En 2015 sólo se eligieron representantes para la Cámara Baja, aunque sí deja ver la simpatía general hacia los partidos contendientes.
El PRI obtuvo en este año 483 mil 307 sufragios, mientras que en la edición anterior, registró 464,827.
Acción Nacional revela un descenso aún más marcado. En 2012 obtuvo 520 mil 64 votos, mientras que en el 7 de junio pasado acumuló sólo 272 mil 546.
El que representaba tradicionalmente a la tercera fuerza política en el Estado, el Partido de la Revolución Democrática, recibió en 2015 29 mil 463 votos, en tanto que en el 2012 logró 164 mil 956, bajo el efecto de Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, el Verde Ecologista de México logró en este año 51 mil 136 sufragios, mientras en la edición anterior alcanzó 47,595. Aquí se registró un ligero incremento, tal vez por la embestida mediática que le costó casi cien millones de pesos en multas.
El Partido del Trabajo logró llevar a las urnas a 36 mil 649 votantes a su favor. En el 2015 apenas alcanzó a obtener 12 mil 811.
Movimiento Ciudadano fue el otro partido que alcanzó una votación más alta, de la cual el Distrito 5 fue el «culpable» con Gustavo Cárdenas Gutiérrez, por representar la mayoría de los 77 mil 102 votos que se contabilizaron. En 2012 apenas alcanzó 25 mil 905.
Para terminar en los paralelismos, el Partido Nueva Alianza obtuvo en 2012 un total de 70 mil 18 votos, mientras que en este año se redujo a 45 mil 723.
El resto de los partidos aún no operaban legalmente en el 2012, por lo que no es posible medir avances o retrocesos entre una elección y otra. Entre ellos, el mejor librado fue MORENA, que logró aglutinar 39 mil 941 mil votos.
Los demás, el Partido Humanista alcanzó 12 mil 789; Encuentro Social 36 mil 683 y los Candidatos Independientes registraron en conjunto 16 mil 229. Salvo el PVEM y MC, los demás partidos fueron»en picada». Hasta el ganador.
Y la mano “morena” de López Obrador invade los vacíos
Héctor Garcés
La gran sorpresa de la elección federal 2015 fue el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido fundado por el dos veces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Si bien en Tamaulipas el partido creado por ‘El Peje’ obtuvo menos de la mitad del porcentaje que consiguió en todo el país, la nueva organización política de izquierda puede presumir que en 3 distritos de la entidad rebasó los 7 mil votos: Tampico, Madero y Río Bravo.
A nivel estatal, Morena se ubicó en el sexto lugar de la contienda al sumar 39 mil 944 sufragios, por abajo del Partido Verde, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza, que obtuvieron el tercer, cuarto y quinto sitio de la competencia, respectivamente.
Además, las huestes lopezobradoristas lograron un objetivo particular: superar la votación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el que mantienen un duelo por el liderazgo ideológico de la izquierda a nivel nacional.
¿Por qué Morena registró un crecimiento por encima de otros partidos con mayor tiempo de participación en los procesos electorales? A esta pregunta, Miguel Ángel Sotelo González, militante de la organización creada por López Obrador responde:
‘Los resultados a nivel nacional de Morena se caracterizan porque van asociados a la figura de Andrés Manuel López Obrador’.
Puntualiza: ‘Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales en las que ha participado, ha sacado más del 30 por ciento de la votación nacional’.
Atrás quedaron los tiempos en que la izquierda parecía un participante testimonial en los procesos electorales intermedios. Ahora, la fragmentación del voto ha puesto sobre las urnas varias alternativas ideológicas.
‘Si la izquierda no había obtenido los mismos resultados en las elecciones federales intermedias, era por el carácter difuso que tenían sus candidaturas’, explica Sotelo González.
Destaca: ‘En este año, la figura de Andrés Manuel va ligada intrínsecamente a Morena. La gente salió a votar por Andrés Manuel López Obrador’.
Esta opinión corresponde a la realidad. Los nombres de los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional a las ocho diputaciones federales en Tamaulipas no parecen haberse posicionado en el mercado electoral, sin embargo, el nombre del partido, asociado a la imagen de ‘El Peje’, consolidó la plataforma de despegue de la nueva organización política.
-¿Qué hicieron los candidatos, luego de que López Obrador solamente vino a Tamaulipas en una ocasión, y eso fue antes de iniciar las campañas?-, se le pregunta.
‘Realmente se hizo lo que se pudo, porque recibieron 20 mil pesos de apoyo del partido, una gorra y unos tenis para los candidatos, que fue el mensaje para ponerse a trabajar, fue todo el apoyo económico que se tuvo’, responde.
Añade: ‘Es el compromiso con la figura de Andrés Manuel López Obrador, salir a hacer campaña, sin recursos, caminar, recorrer rodantes y colonias, hacer una campaña en la medida de lo posible’.
En Morena, más que pensar en la contienda por la gubernatura de Tamaulipas, tienen la mira puesta en la presidencia de la república en 2018. Afirman que ahora sí, ‘El Peje’ va a ganar.
‘Ya vemos visto el fracaso de los gobiernos de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional, el beneficio de la duda va a favorecer a Andrés Manuel en 2018 y las posibilidades de que él gane son mayores’, expresa Sotelo González.
Sin embargo, pese a la irrupción de Morena y la repartición del voto en varias fuerzas políticas, el PRI ganó los 8 distritos en Tamaulipas. Como en los viejos tiempos, obtuvo un ‘carro completo’.
El integrante de Morena explica la causa del triunfo priista en el estado: ‘Este es un fenómeno muy sencillo: hubo un alto nivel de abstencionismo en Tamaulipas y, aparte, hubo mucho voto nulo’.
Expone: ‘En Nuevo León, cuando la gente sale a votar, pasa lo que pasa con El Bronco, que tiene una diferencia de más de 20 puntos con su más cercano competidor, que es el PRI’.
En su opinión, los partidos tradicionales sufren un deterioro al representar un fracaso al no cumplir con las expectativas de los ciudadanos.




