CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Pasarse el la luz roja del semáforo en Victoria, deja al año 250 accidentes de autos, mil 176 personas heridas, cuatro muertos, daños superiores a los 5 millones de pesos, además de decenas de casas y luminarias destrozadas, revela un estudio de la Dirección de Tránsito Municipal.
En cuatro años los victorenses han gastado más de 17 millones al participar en accidentes y por no hacer el alto obligatorio más de 1 millón 550 mil 232 pesos.
Agentes de Tránsito detallan a Expreso que desde el 2011 a la fecha se han registrado más de mil accidentes viales en la capital tamaulipeca y todos han sido por no hacer el alto en el semáforo que marca en rojo. Éstos han provocado que particulares y aseguradoras paguen 17 millones 850 mil 700 pesos por los daños.
Aparte de la sanción por pasarse el alto se aplicaron en casi 4 años 7 mil 177 multas a automovilistas por violar el Reglamento de Tránsito.
En el 2014, el índice de accidentes se disparó en un 25 por ciento comparado con el 2013, y se atribuye a la falta de agentes de tránsito la causa, «al no haber quien aplique la ley en la calle, los automovilistas hacen lo que les da la gana», dice un agente vial entrevistado por Expreso.
En este 2015 con la mitad de meses transcurridos ya sobrepasaron la media del 2014 con 127 accidentes y 3 millones 795 mil pesos en daños, dice un agente vial. Homero Walle Juárez, comandante de peritos señaló que los ocho cruces en Victoria donde los automovilistas más se pasan el alto con semáforo en rojo y que han ocasionado cuatro muertos y lesionado a más de mil 700 en 4 años años, son: el 8 Guerrero, Eje Vial-Berriozábal, Eje Vial-Carrera Torres, 8 Ceros-Carrera Torres, 21- Carrera Torres, 8 y bulevar López Portillo.
Los puntos viales donde más accidentes se registran son: 5 Bravo, 5 Guerrero, 21 Rosales y 17 Rosales.
Para Walle Juárez, el 99 por ciento de los accidentes viales en la ciudad son ocasionados por la imprudencia de los conductores y los que se pasan los altos chocan porque la mayoría de las veces van hablando por teléfono o mandando textos.
Dijo que la mayoría de los automovilistas manifiestan no haberse dado cuenta del señalamiento por ir texteando con su móvil. “Es muy común que van hablando (por el celular) y es un descuido muy importante al ir conduciendo ya que ocasionan accidentes”, ya que éste le impide percatarse del señalamiento siendo los altos los más ignorados por esta causa. Mientras que también otro motivo por el que se registran los incidentes de este tipo es por los conductores que tratan de “ganarle” al rojo, es decir, aceleran al ver el ámbar en lugar de disminuir la velocidad.
70 por ciento de los automovilistas no tienen seguro
Estos accidentes viales generan graves pérdidas en la salud y en el patrimonio de las personas ya que el setenta por ciento de los automovilistas no se encuentran asegurados y tienen que saldar la deuda solicitando préstamos o vendiendo parte de sus bienes. Según información dada por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, siete de cada diez autos no están asegurados y uno de cada cuatro autos sufren un accidente cada año. Esto se debe a la mentalidad de los ciudadanos que creen que, “a mí no me va a pasar” sin tomar en cuenta que un incidente generalmente genera de 25 mil a 121 mil pesos en daños.
Una luz roja puede causarte la muerte
José Hernández, técnico en Urgencias Médicas de la Cruz Roja manifestó que las lesiones más comunes de una persona después de chocar al pasarse un alto son aquellas registradas en el área cervical, registrando primeramente en la persona dolor en el área del cuello, a éste le sigue el traumatismo craneoencefálico la cual puede desencadenar en la muerte.
La diferencia entre fallecer y salir ligeramente herido puede ser el usar el cinturón de seguridad debido a que al traerlo puesto, éste detiene nuestro cuerpo y tras el impacto se realiza un movimiento “de látigo” el cual puede lastimar las cervicales pero salvar nuestra cabeza de un impacto con el volante o parabrisas. Cuando no se trae nada, detiene el cuerpo de la persona de golpearse contra el vidrio, sufrir traumatismo craneoencefálico, salir disparado por el parabrisas o incluso morir.




