Irónico resultó enterarnos el fin de semana la “toma de protesta” de la Asociación Civil Panathlón, organismo que según sus fundamentos, está dirigido a velar por los intereses de los deportistas y procurar el juego limpio.
Y que bueno que existan instituciones como esta, es más, se necesitan más frentes de este tipo, bloques enteros que exijan a las autoridades más apoyos para nuestros atletas, que gestionen ante la iniciativa privada recursos para el buen desempeño y práctica de cualquier disciplina, inclusive gente que de su propia bolsa saque sin que le duela una moneda para comprar un balón, para desmontar un terreno y construir un campo, para un par de tenis, tachones, aunque sea que dé una palmada en la espalda a aquel que intenta mediante el deporte poner en alto el nombre de nuestra comunidad.
Lo irónico es que la asociación que viene al tema, es presidida nada menos que por uno de los principales obstáculos que tiene la promoción deportiva en el municipio, se trata de Ignacio Garrido.
Aunque eso sí, de tonto no tiene ni el último pelo del bigote, Garrido armó una extensa mesa directiva donde supo mezclar gente del deporte, tal es el caso de la olímpica Natalia Zamora -que es su nuera-, así como el empresario Ricardo Muela, quienes por su parte son gente bien ubicada en el medio deportivo.
Me brincan nombres como Ricardo Rosati, el también empresario deportivo y entrenador de gimnasia, Héctor Hugo Guerra, quien fuera titular del deporte de Alto Rendimiento en la administración pasada y Gil Aguilar Cuesta, que ocupara el mismo puesto que hoy ocupa Garrido como titular del deporte municipal y también ocupó otro cargo a nivel estado en la extinta Dirección General del Deporte.
Se suman nombres como Guillermo Balleza y Gastón Cavazos, quienes al parecer, ni enterados estaban de que iban en el paquete que presentó Garrido, el desconocido número uno de los atletas victorenses y a quien, si se trata de deporte municipal, nunca se le encuentra, ya que todo se remite a su superior, Mario Arizpe, quien por su parte, con una historia bien hecha bajo la premisa “no hay recurso”, casi manda llorando de tristeza a quien se le ocurra solicitar respaldo para la promoción deportiva en la administración municipal.
No me queda duda, el equipo armado tiene sin lugar a dudas un trasfondo político, pues Garrido por méritos simplemente ya no le alcanzaría para repetir en un cargo público si se trata de administración deportiva.
Mucho ojo, el próximo año hay elecciones para gobernador y no faltan, desde ahora, aquellos que quieran saltar a la escena, sólo para permanecer en alguna oficina del servicio público, aunque su significado aún no lo conozcan.
@luisdariovera




