Eran principios del año 2004. Empezaba la efervescencia política relacionada con la sucesión del entonces gobernador del estado TOMÁS YARRINGTON RUVALCABA. Fue entonces cuando se empezó hablar en muchos medios de comunicación de “El Corazón de Tamaulipas”.
Aunque en esos días muchos no advertían la esencia del mensaje repetitivo, era evidente que se trataba del inicio de una campaña política a favor de quien era el alcalde de Ciudad Victoria, EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, que habría recibido autorización para promocionarse. En su origen el diseño se enfocaba hacia el aspecto turístico para encubrir las verdaderas intenciones.
GEÑO era un joven constructor con el que era fácil llevarse bien y que ya había sido diputado federal, además de coordinador de finanzas en el estado durante la campaña presidencial de FRANCISCO LABASTIDA OCHOA.
Como punta de lanza, su jefe de Comunicación Social en el ayuntamiento, MARIO RUIZ PACHUCA, empezó a recorrer la entidad para establecer contactos estratégicos. Era a su vez un joven periodista agradable que había llegado procedente del estado de San Luis Potosí a Ciudad Victoria, donde logró destacar en el oficio.
Meses después, HERNÁNDEZ FLORES fue proclamado candidato del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura del estado, tras de imponerse en una aparente contienda interna al ex-alcalde de Matamoros ÓSCAR LUEBBERT GUTIÉRREZ. Ganó la elección en noviembre de la misma anualidad, iniciando su mandato en medio de una notoria popularidad ganada durante su campaña inteligentemente manejada.
Pero al cabo de dos años, algo pasó. GEÑO dejó de tener el contacto caluroso con los tamaulipecos y pareció encerrarse en una torre de marfil a la que era poco menos que imposible acceder. Paralelamente, se instrumentó una auténtica apología cotidiana de la señora ADRIANA GONZÁLEZ DE HERNÁNDEZ, que todos los días aparecía en los periódicos del estado luciendo su bella sonrisa. Se calcula que fueron millones de pesos los que se destinaron a ese rubro.
En complemento, MARIO RUIZ PACHUCA, su enlace en materia de comunicación, dejó de hablar con los mortales adentrándose igualmente en un limbo destinado a seres superiores. Se dice que en cierta ocasión, Don Rubén Díaz de la Garza, toda una institución en el periodismo tampiqueño, trató de hablar con él. Se negó a tomar la llamada con el pretexto de que “estaba muy ocupado”.
Había empezado la metamorfosis en el palacio de gobierno. GEÑO y su jefe de asesores, eran ya otros. Y así terminó el sexenio.
Durante los primeros meses del actual gobierno de EGIDIO TORRE CANTÚ, las torres que en el cielo se creyeron empezaron a desmoronarse. MARIO RUIZ PACHUCA fue encarcelado bajo la acusación de amenazas de muerte contra un periodista y pasó muchos meses en prisión antes de ser liberado. Allí se le cobró el precio de sus desdenes. Ninguna pluma salió en su defensa.
Hoy, EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES enfrenta la acusación de lavado de dinero en Estados Unidos, donde se le considera prófugo, aunque él ha negado los cargos y asegura que todo se debe a una “confusión”. Junto con él se encausó a su cuñado.
También hay quienes consideran que detrás de todo hay una maniobra política orquestada desde nuestro país para descalificarlo y evitar que meta la mano en el proceso que se avecina para elegir al relevo de EGIDIO TORRE CANTÚ. Por estos días, todo lo que huela a GEÑO parece despedir un tufo maloliente.
Pero al margen de lo fundado o falso de las acusaciones legales, cabe destacar cómo muchos políticos que se encumbran pierden la dimensión de las cosas y se erigen en deidades que están muy lejos de ser. GEÑO y RUIZ PACHUCA son ejemplo de ello.
Sólo que el tiempo siempre acomoda las cosas en su lugar. El poder no es permanente y lo que se siembra es lo que se cosecha. Hay por allí muchos que no harían mal en recordarlo.
Pasando a temas locales, en no pocos espacios de opinión se aborda la situación por la que pasa el Partido Acción Nacional en tierra de jaibas. Se dice que en vísperas de la renovación del comité municipal se están dando algunos jaloneos por el control de la directiva e incluso se menciona que andan en esos bretes el ex-diputado federal JESÚS NADER NASRALLAH y el químico SERGIO SALAZAR SALAZAR, quienes habrían formado un frente común contra el diputado federal GERMÁN PACHECO.
La verdad es que podría tratarse de meras fintas, pues el blanquiazul necesita mucho más que figuras para recuperarse. Como partido ha perdido toda aquella configuración que le llevó a convertirse en la primera fuerza política en el municipio. Su estructura está prácticamente desarticulada y sus soportes económicos y estratégicos hace mucho tiempo que se alejaron. El PAN de DIEGO ALONSO HINOJOSA y de ARTURO ELIZONDO NARANJO simplemente ya no existe.
Tanto CHUCHO como el químico, lo saben, por lo que resulta difícil pensar en que quieran embarcarse en una aventura de desenlace dudoso que afectaría seriamente el prestigio que hasta ahora poseen ambos. Y más con un PRI que resurgió de sus cenizas para tener nuevamente en sus manos la alcaldía y la diputación federal que no piensan perder a corto plazo.
Y hablando de priístas, también no descarte usted algunos casos de “fuego amigo”, como el que se empieza a lanzar contra su dirigente local, SERGIO VILLARREAL BRICTSON por supuestas irregularidades en la remodelación del mercado “Ávila Camacho”, que estuvo a cargo de su constructora. Se filtró que además les adeuda fuerte suma a los transportistas de materiales.
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