El «DÍA DEL PADRE» se celebró entre las familias victorenses, con mucho sentimiento, gratitud y amor hacia los padres presentes y ausentes.
Los descendientes recordaron con veneración a sus padres ausentes, y añoraron los días felices que disfrutaron de su grata presencia y predilecta compañía.
Al respecto, considero sentimental y valioso, el publicar las palabras amorosas que una hija le dirige a su padre, y que son las siguientes:
Mi adorado Padre
Ing. Américo Villarreal Guerra.
Pronunciar tu nombre, aviva recuerdos, es eternidad que regocija el espíritu, acudir al almacén del tiempo acompañada por la dicha y la memoria… y ahí estás… hombre de una pieza labrada en el amor y el compromiso.
Tu presencia única sabia, estoica y cálida…
tu nobleza, sencillez, prudencia
y gran valía de toda una vida,
son ahora de tus hijos el
patrimonio del alma.
Tu estar a la brecha cerca de la Luz
hizo que en cuanta prueba brillaras…
nos has bendecido generosamente…
tu mejor herencia.
Llevemos en la piel tu presencia y amor…
A los que nos tocaste el alma.
Para ti Pa… estas palabras con
el amor de toda la vida…
Dios te siga bendiciendo.
Tu hija
Luz Adriana Villarreal Anaya.




