BRUSELAS, Bélgica.- La novela de la deuda griega se acerca a sus últimos capítulos.
Europa le dio ayer una última oportunidad a Grecia de presentar, a más tardar el jueves, una propuesta económica para conseguir un necesario rescate financiero, luego de que el Premier heleno, Alexis Tsipras, llegara a una reunión con líderes de la eurozona con las manos vacías.
La medida sería discutida el domingo en una reunión de los 28 Mandatarios de la Unión Europea, que también podría concluir con la expulsión de Grecia de la moneda común.
“Tenemos sólo cinco días para llegar a un acuerdo final. Si no, Grecia podría caer en bancarrota y su sistema bancario en la insolvencia, lo que afectaría al pueblo heleno y a toda Europa.
“Cualquier persona que piense lo contrario, es un iluso”, afirmó Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.
Tras el referendo del domingo pasado en el que los griegos desecharon un rescate financiero a cambio de mayor austeridad, Tsipras quedó fortalecido ante sus ciudadanos, pero con cada vez menos paciencia de parte de sus acreedores internacionales.
El nuevo Ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, recalcó que hay voluntad política para un acuerdo, aunque otros no parecen estar convencidos.
“No soy especialmente optimista”, declaró la Canciller alemana, Angela Merkel.
Las consecuencias del colapso financiero griego van más allá del terreno económico.
La escasez de bienes como comida o medicamentos podría desatar una crisis humanitaria y un posible acercamiento de Atenas a Rusia preocupa a los miembros de la Unión Europea y a Estados Unidos en el plano geopolítico.
Pese a ello, Tsipras aún es optimista.
“Grecia continuará con sus esfuerzos, respaldada por el arma fuerte que significa el veredicto del pueblo griego y la voluntad mayoritaria de conseguir un acuerdo viable para terminar con la conversación y de tener la posibilidad de superar finalmente esta crisis”, señaló.