A Carolina Zúñiga (Miss Chile 2001) le preguntaron “-Si hubiera un holocausto nuclear, ¿qué pareja (hombre y mujer) elegiría para preservar y multiplicar la raza humana?” sin dudar, contestó “Al Papa y a la madre Teresa de Calcuta”.
LO CLAROSCURO. Hace 248 años (1767), el Virrey Carlos Francisco de Croix daba a conocer al mundo la primera licitación pública de México. Por un costo estimado de 800 mil pesos, la obra pública consistía en “resolver las inundaciones que presentaba la capital, con la obra de desagüe de la Ciudad de México”.
La adjudicación, significaba el ‘remate al mejor postor’, como consideraba el contrato administrativo, con asiento en el derecho romano.
Dos siglos y medio después, tiene lugar la primera licitación de concurrencia mundial, que da cabida a la inversión extranjera directa.
La que está en disputa, se llama ‘la ronda uno’.
Significa la puesta en marcha del mercado concerniente a la exploración y explotación de petróleo contenido dentro de los límites geográficos del país. Lo que de manera discrecional, ejecutaba el gobierno mexicano desde 1938 —fecha de la expropiación— y lo regía ‘por administración’.
Licita en base a las modificaciones estatutarias de la Constitución, que le permite abrir el mercado a que empresas del orbe propongan su mejor oferta al perene dueño de los hidrocarburos —la nación— y disponga de lo encontrado, a su venta en los mercados internacionales.
En la primera fase concursada, 25 empresas de renombre en los energéticos, ofrecieron sus mejores números para atender a 14 bloques prioritarios (en aguas del Golfo) que demanda la industria petrolera mexicana.
Firmas reconocidas como Talos, Exxon Mobile, Chevron, Petronas Carigali hacen el ‘coqueteo’ con la apuesta energética que impulsa el gobierno de Peña Nieto.
Y ya hay noticias de esta apertura energética.
Con sorpresas —y no tanto— para los oferentes y para el desplomado mercado del carburante.
Donde los ‘aguerridos’ empresarios, propusieron ofertas muy por debajo de las expectativas de la SENER, de modo que quedaron desechadas por no garantizar un máximo rendimiento a la paraestatal PEMEX.
Y entre los dos ganadores iniciales (no hubo respuesta positiva a los restantes 12 bloques), se contempla a un mexicano.
Sierra Oil & Gas, de capital nacional, se adjudicó el bloque dos, en consorcio con Premier (Reino Unido) y Talos (EEUU).
El bloque petrolero asignado a Sierra, se encuentra frente a las costas de Coatzacoalcos y será una importante generación de riqueza que permita el paulatino despegue —de nueva cuenta— de la riqueza petrolera mexicana.
Su asignación contractual, permitirá al país obtener recursos de inversión del postulante por 2 mil 600 millones de dólares para potenciar la explotación petrolera de dicho bloque.
La poca participación en las pobres propuestas presentadas, hablan del escaso respeto que aún tienen los que mandan en el mercado petrolero, respecto de la participación prioritaria que contribuye México al mundo de los hidrocarburos.
Nos ofrecen migajas.
Esperemos las siguientes licitaciones eleven su propuesta y consideren que ya es un poco más difícil vender espejos a cambio de oro.
COLOFÓN: Ojalá que quienes ganen la explotación de los hidrocarburos, derivado de la apertura de nuestro país, no hubieren ganado nunca un concurso de belleza.
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