6 diciembre, 2025

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… y la maquina seguía, pita pita y caminando

De Reojo

Luego de varios intentos por concluir el puente ferroviario y el deseo fervoroso de muchos matamorenses porque el tren dejara de estrangular la ciudad de Matamoros y de Brownsville, parece que se cumplirá a más tardar el proximo mes de agosto.

Algunos no han proporcionado la importancia del retiro del ferrocarril en la ciudad, tal vez porque fueron muchos los llamados a misa, pero esto ya se ha convertido en una realidad que muy pronto se concretará.

Será de tal impacto que habrá la apertura de nuevas expectativas para grandes sectores de la ciudad, pero también habrá otras circunstancias que desenmascararán obras que quedarán obsoletas, para abrir paso a una nueva dinámica para los vencidos del lado norte de Matamoros.

Ahí tenemos el Puente Elevado «Rigo Tovar», el cual, además de ser un paso vehicular de mala calidad, convirtiéndose en un monumento a la ineficiencia gubernamental, también jugó un papel determinante para que todo el tramo que cubre sobre esta misma avenida, todos los negocios de diferentes giros quebraran.

Esto siempre evidenció la falta de una verdadera planificación para el desarrollo urbano, que ahora con el nuevo puente ferrocarrilero, se dará una segunda oportunidad a Matamoros para lograr un verdadero ordenamiento de sus equipamientos y espacios urbanos en un amplio e importante sector de la ciudad.

Luego de sufrir el abandono de muchas calles, entre ellas la Iturbide, la Herrera y sus correspondientes que corren transversales, de la calle Siete a la Veinte, sin querer profundizar el gran descuido que provocó en el área de las antiguas aduanas sobre la calle Galeana.

Tal parece que con este movimiento del ferrocarril llegarán nuevos aires para el propio desarrollo urbano de la ciudad, este, uno de los principales argumentos que se pusieron en la mesa cuando se cabildeaba entre Brownsville y el Condado de Camerón y el Municipio de Matamoros para buscar la posibilidad de iniciar el proyecto ferroviario, allá por el 2000-2001, el cual ahora se cristaliza en los ejidos El Sabino, El Ebanito y La Gloria.

Lo que si, no podemos negar, es la nostalgia que nos invade al pensar en el servicio del tren de pasajeros a Matamoros, el cual llenó toda una época y que dio vida económica a un amplio sector de la población.

Viajamos en varias ocasiones de México D.F., de la estación Buenavista sobre el convoy «El Regiomontano», que llegaba a la ciudad de Monterrey, donde enganchaba dos carros que la locomotora traía en un viaje muy especial y agradable hasta la ciudad de Matamoros.

Durábamos abordo 22 horas de viaje continuo, solo parando, si era el caso, en Querétaro, San Luis Potosí y en Monterrey, para de ahí viajar directamente a la tierra de Rigo.

Pero ahora estos son recuerdos, pues con la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México este viaje cómodo, barato y hasta romántico, se termino para siempre.

Hoy se abre una nueva expectativa de desarrollo para Matamoros, pero hay que recordar que ojalá y sea para el bienestar de sus ciudadanos, pues de nada servirá encarecer esta parte de Matamoros, sino hay los servicios de calidad y suficientes para desarrollar convenientemente un área habitacional o comercial.

Ahora si podemos decir que la historia de Matamoros se podrá dividir entre antes y después de los puentes ferroviarios, que combinados con la Super Via Comercial Mazatlan – Matamoros, el Puerto Matamoros, el desarrollo petrolero del Perdido y los yacimientos de gas, infraestructura que esta siendo un acicate para las inversiones en Matamoros.

Dependerá en mucho de la visión de quienes nos gobiernen para que estas ventajas se traduzca en motores que impulsen el proceso de consolidación económica, de una región competitiva, moderna, con empleo suficiente para sus habitantes y servicios de calidad para todos ellos… Bueno, eso decimos nosotros… pero usted… ¿Cómo ve?

La ojeadita…
Dicen que Poncho Sánchez anda con la posibilidad de entrar como secretario de Sedesol en el gobierno de Egidio Torre… le urge participar en la administración pública si busca nuevas miras políticas, porque santo que no es visto, no es adorado…

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