MATAMOROS, Tamaulipas.- En poco más de un año y medio, según estadísticas, la cantidad de casos de explotación y violencia contra infantes aumentó alarmantemente, a tal grado que en ese tiempo varios menores de edad murieron, víctimas de abandono y agresiones físicas.
Aun cuando en estos últimos dos meses bajó el índice de violencia y explotación en contra de menores de edad, existe el temor que de nuevo se incrementen los casos ante la llegada de las vacaciones de verano, como sucedió el año pasado.
Y es que, aprovechando que los niños no van a la escuela, algunos padres de familia envían a sus hijos a realizar diferentes labores, como limpiar parabrisas de vehículos, lavar vehículos e, incluso, pedir dinero en la calle.
Añadió que como los infantes están más tiempo en casa y el calor es muy alto algunos padres se alteran demasiado con la presencia de sus hijos en casa y llegan a agredirlos.
Cuando inició la actual administración, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Matamoros tenía bajo resguardo en la Casa Hogar a 12 niños y hoy, a estas fechas se ha brindado auxilio a 180.
La Casa Hogar del Niño Matamorense tiene capacidad para atender a 48 infantes, pero en distintas ocasiones el número fue rebasado, pues se llegaron a albergar a 54.
Los casos atendidos han sido de infantes obligados a trabajar o a pedir dinero en la vía pública, mientras que otros sufren golpes y hasta son torturados, así como abuso sexual.
En Matamoros, el abuso infantil no es algo nuevo, siempre ha existido, sin embargo, muy pocos casos se denunciaban a las autoridades, tal vez por ignorancia o temor a represalias, pero hoy en día la situación es muy diferente.
El hecho de que hoy existan más denuncias es atribuido por las autoridades al “efecto Ángel”, pues fue a raíz de que se conoció el caso de un menor de edad que llevó precisamente ese nombre, y quien murió, que las denuncias sobre abuso infantil empezaron a incrementarse.
“Angelito”, como la opinión pública conoció al niño, fue golpeado y torturado por su madre y padrastro, quienes a parte de quemarle su cuerpo con cigarros y ácido muriático, le provocaron fractura de cráneo que lo mantuvo en estado de coma varias semanas.
“Ya teníamos algunas denuncias sobre abuso infantil, sin embargo, fue a raíz de este caso que se empezaron a incrementar de una forma muy notoria”, aseguró David Morales Vélez, director del DIF Matamoros.
Desafortunadamente, gracias al “efecto Ángel” la cultura de la denuncia se generó y hoy se han podido conocer más casos de abusos en contra de menores de edad, algunos graves.
Delitos como violación sexual, golpes, abandono y explotación, que se llegaron a convertir en homicidios, son los que conoce el DIF Matamoros, así como la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia.
EL CASO ÁNGEL, ALGO ATERRADOR
El 6 de diciembre de 2014, el niño Jesús Ángel Aguilar, de cuatro años, ingresó al Hospital General Dr. Alfredo Pumarejo para ser atendido de golpes que le había ocasionado un automóvil.
Eso fue lo que Maricruz Aguilar Covarrubias, madre del niño y José Jaime Monroy Vega, su padrastro, dijeron a las autoridades, pero la verdad era otra, pues los médicos determinaron que las lesiones de Angelito habían sido causadas con pies y manos.
El infante presentaba quemaduras en su cuerpo, eso fue lo que revelaron a los médicos, que el niño había sido sometido a torturas y, ante esto la madre fue detenida, mientas que el padrastro se dio a la fuga.
Hasta el momento Monroy Vega no ha sido detenido.
Los galenos dieron a conocer que Angelito presentaba fractura de cráneo, lo que lo mantuvo en estado de coma por varias semanas y, con el paso de los días, su estado se consideró como vegetativo.
El padre biológico del niño, José Ángel García, pidió la patria potestad y se le concedió, sin embargo, finalmente el 20 de febrero de 2015, minutos después de las 16:00 horas, el menor de edad fue declarado muerto.
Cuando se conoció el caso del infante, recordó Morales Vélez, se presentó algo que no había ocurrido antes: aumentó el número de denuncias sobre abuso y explotación de menores de edad.
‘EFECTO ÁNGEL’
A esto se le conoció como “efecto Ángel”, y no es que hayan aumentado los casos, sino que las denuncias que se mantenían en la clandestinidad ahora salían a la luz pública por medio de denunciadas ciudadanas.
“Después de que se conocieron los hechos se empezaron a recibir más denuncias, incluso se recibía una diaria, sobre todo después de que se dio a conocer la muerte del infante”, aseguró el director del DIF.
Dijo que en algunos casos que se atendieron se logró proceder en contra de los padres de los menores de edad, o de las personas que abusaron de los infantes.
Incluso, en tres días ingresaron a la Casa Hogar del Niño Matamorense seis niños víctimas de abuso sexual, maltrato (golpes) y explotación infantil, una cantidad que es muy alta si se toma en cuenta que fue en un corto tiempo.
Indicó que es un hecho que las denuncias se incrementaron, pues el número de casos siempre fueron los mismos, sólo que se mantenían en la clandestinidad.
Ante esto, el DIF continúa trabajando para abatir el rezago de la no denuncia, “es decir, que aquellos casos que no se han denunciado se nos notifiquen”.
Con ello se podrán llevar a cabo acciones con la finalidad de erradicar, o al menos bajar estos efectos que son muy negativos y que están afectando a menores de edad.
La gente tiene que entender que golpear, explotar, abandonar y abusar sexualmente de un menor de edad es un delito grave, y que ante ello el DIF Matamoros estará aplicando todo el rigor de la ley en contra de quien lo haga.
‘FOCOS ROJOS’
Aun cuando han bajado los casos, en estos momentos en el DIF se mantienen encendidos los “focos rojos” debido a que se pudo establecer que en estas fechas puede aumentar el índice de violencia y explotación en menores de edad.
En los últimos cinco meses se estableció que el mayor número de casos se registró en los fraccionamientos Molinos del Rey, Misiones, Los Palmares y Las Brisas.
De 10 hechos suscitados, ocho fueron en estos lugares localizados al Surponiente de la ciudad.
“Podemos recordar casos como el del niño de cuatro años, Jesús Ángel, quien en diciembre ingresó al hospital general y en febrero murió víctima de los golpes que le propinaron su madre y padrastro”, dijo.
Pero también está el del niño Jafeth, de seis años, quien fue encontrado afuera de su domicilio ebrio, tirado, y de quien se estableció que tuvo una adicción a las bebidas embriagantes, de la que hoy en día ya fue rehabilitado.
En ese sector hubo más casos como el de tres hermanos que hoy se encuentran en la Casa Hogar del Niño Matamorense, quienes sufrieron golpes graves que les propinó su madre, así como el de dos niñas, originarias de Estados Unidos, quienes supuestamente habían sido secuestradas.
Se pudo saber que esa área era la más crítica en cuanto a casos de abuso infantil, lo que se estableció tras realizar un mapeo por parte del DIF, sitios que están muy alejados de la mancha urbana de la ciudad.
EXPLOTACIÓN Y ABANDONO
Pero casos de explotación infantil y abandono también se han presentado, como el de una niña de pocos meses de nacida quien falleció víctima de desnutrición cuando era atendida en el hospital general.
Las autoridades, al investigar el caso, se dieron cuenta que no sólo la niña había sufrido desnutrición, sino también sus cinco hermanitos, quienes fueron recogidos por la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia.
En contra de los padres, quienes viven en la colonia El Porvenir, se presentaron denuncias que se siguen ventilando en el fuero común, mientras que los hijos de la pareja aún se encuentran en la Casa Hogar del Niño Matamorense.
Se han registrado otros casos muy similares, en donde menores han sido recogidos por el DIF debido al abandono en el que fueron encontrados, con
desnutrición, problemas en la piel y piojos.
Otro caso es el de siete menores de edad a quienes se les detectó desnutrición, pediculosis, entre otras enfermedades, hermanos de dos recién nacidos que ingresaron al hospital general con anemia.
En este caso uno de los infantes falleció.
De estos, cinco menores de edad fueron rescatados por la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia de un domicilio de la colonia Niños Héroes y los otros dos de un fraccionamiento del Infonavit.
Pero se han registrado otros casos en los que la explotación infantil se ha suscitado.
Sobre ello se recuerda el de ocho niños que eran obligados a pedir dinero en la entrada al Puente Internacional Ignacio Zaragoza (“Los Tomates”), quienes eran enviados por sus madres –hermanas-.
Los menores de edad aún se encuentran en la Casa Hogar del Niño Matamorense. Las madres, quienes reclamaron a los menores aseguraron que sus hijos se salían de la casa y ellas no se daban cuenta a dónde se dirigían, pero la versión fue considerada como ilógica, ya que sí aceptaban el dinero que les llevaban los infantes.
Además, menos se les creyó debido a que las hermanas viven en el fraccionamiento San Miguel, a una distancia muy larga para llegar al puente “Los Tomates”.
ADICCIONES
Pero los menores de edad también han sido involucrados en adicciones, y de esto existen muchos casos, incluso hasta muy graves, dijo el regidor Leopoldo Sánchez Torres, presidente de la Comisión del DIF del Cabildo.
“Estamos hablando de muchos tipos de adicciones, de menores de seis a 12 años sumidos en las drogas”, indicó.
Comentó que generalmente a estos infantes se les puede ver en los cruceros, pidiendo dinero o realizando alguna actividad, como limpiar cristales de los automóviles para conseguir dinero y poder drogarse.
El regidor dijo que la responsabilidad de que los niños caigan en adicciones, sin lugar a dudas es de los padres y señaló que no se puede solapar a esos padres, contra quienes se tiene que actuar, ya que son los responsables del comportamiento de sus hijos.
Al hablar sobre el caso del niño Jafeth, quien a los seis años ya era adicto a las bebidas embriagantes, indicó que desafortunadamente a él se le encontró una adicción, pero en estos momentos ya se rehabilitó.
Indicó que el infante, quien fue encontrado el nueve de febrero pasado afuera de su domicilio, en el fraccionamiento Molinos del Rey, tirado y en estado de ebriedad, fue entregado a su padre, ya que su madre no fue capaz de educarlo.
Casos como el de Jafeth hay muchos, y más severos, pues hay niños que consumen sustancias tóxicas, principalmente, por lo que el DIF está implementando programas enfocados a los menores de edad, con la finalidad de alejarlos de las drogas y el alcohol.