Las legislaturas de los estados de Chihuahua y Veracruz han abierto la puerta para debilitar la reforma electoral cobijada por la Constitución en su Artículo 41 y por la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, Legipe, publicada en mayo del año pasado.
Las reformas que aprobaron los legisladores chihuahuenses y veracruzanos van encaminadas a evitar que militantes destacados de partidos políticos decidan dejarlos para irse por la libre.
Por ejemplo, en Veracruz la dedicatoria está más que dirigida a tres políticos, del PRI y del PAN, uno de ellos, casi, casi el brazo derecho del actual gobernador Javier Duarte decidió renunciar a la secretaria general de gobierno el 17 pasado y anunciar que se registrará como candidato independiente.
Gerardo Buganza planteó que tratará de encabezar un proyecto con ciudadanos que no están de acuerdo en que la política continúe sólo en manos de los partidos.
Su decisión tiene razón de ser después del triunfo arrollador del candidato sin partido, que no independiente, de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
Pero de que logre lo que hizo el nuevoleonés habrá que verlo, y además tendremos que esperar si no habrá más personas interesadas en participar sin las siglas de un partido político en el proceso electoral del 2016.
La aprobación de candidaturas independientes por parte de la legislación federal tiene aspectos que habrán de revisarse, como es el financiamiento de los candidatos que vayan sin partido ya que en Nuevo León el Instituto Nacional Electoral delegó la responsabilidad de aprobar que el tope de gastos del candidato sin partido se igualara a los que sí lo tienen y que cuentan con las prerrogativas tanto en recursos económicos como tiempos en los medios de comunicación.
Como se observa hay muchos puntos que habrá de revisarse y sobre todo, lograr que los candidatos sin partido tengan las mismas condiciones que los que si lo tienen, sobre todo en lo que se refiere al financiamiento público y a los tiempos en los medios de comunicación. Esto requerirá una revisión y adecuarla a los requerimientos de los nuevos tiempos y las nuevas reglas electorales.
Dentro de todo este barullo la Suprema Corte de Justicia ya tiene en su poder una denuncia del Partido Movimiento Ciudadano donde expone que la reforma de los congresos de Chihuahua y Veracruz contraviene la legislación federal al exigir que los candidatos sin partido demuestren que no han sido militantes de un partido político durante los tres años previos a la elección para la que vayan a postularse.
Y que no hayan participado como candidatos en elecciones anteriores llevados por algún partido para que no puedan participar en la gubernatura ni en las presidencias municipales.
La construcción de un entramado democrático requiere los ejercicios de prueba y error por lo que podemos ver respecto a las candidaturas independientes.
Lo que podemos esperar en los próximos años es que haya reformas tanto a nivel federal para hacer más clara la participación de candidatos sin partido.
Pero lo que sí podríamos afirmar desde ahora es que todos los candidatos sin partido que quieran participar en el 2016 tanto en Chihuahua como en Veracruz podrán hacerlo, porque las leyes locales no están por encima de la Constitución y la Legipe.
En el caso de Tamaulipas están promovidas acciones de inconstitucionalidad en contra del código electoral que deberán ser resueltas por la SCJN.
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