16 diciembre, 2025

16 diciembre, 2025

Evaluar para medir o para formar I

Diálogos Pedagógicos

PADRE DE FAMILIA: El 24 de junio, el periodista del Diario De Victoria, Mauricio Zapata, en su columna Punto por Punto, escribió: “Sin tanto alboroto los maestros de Tamaulipas, han manifestado su rechazo al proceso de evaluación docente que está en marcha. Están confundidos y desorientados. Nadie ha sido capaz de decirles de qué se trata el asunto, y muchos de los profes creen que si reprueban los van a correr de su empleo que con tanto trabajo consiguieron (esto último es un sarcasmo). Habrá que decirles que el problema de la educación, es un monstruo de mil cabezas que fue creciendo y creciendo bajo el amparo de las autoridades locales y federales por muchos años, en donde todo se daba a cambio de un voto”.

Esta nota me hizo reflexionar sobre si los maestros están confundidos, con mucha mayor razón  lo estamos los padres de familia preocupados por la educación de nuestros hijos, por lo que le pregunto: ¿En verdad usted comparte la misma opinión?
 
MAESTRO: De ninguna manera, estoy cierto que si los maestros se han atrevido a protestar es porque saben, que es una aberración la pretensión de ser evaluado mediante una evaluación cuantitativa, calificativa y estandarizada, en vez de una evaluación cualitativa, valorativa y formativa. Me explico: La evaluación instrumentada como un proceso de medición, clasificación y certificación, mediante una prueba estandarizada de opción múltiple (lo que los niños conocen como llenado de bolitas) y de aplicación universal, jamás servirá para retroalimentar el proceso educativo. Sirve si acaso para medir lo cuantificable, pero como la calidad educativa no es tangible; diferenciándose por ello, de la calidad de los productos comerciables que son cosas que si se pueden ver y tocar, ¡Ahí está el detalle! que nuestras autoridades educativas soslayan. En oposición, la evaluación formativa, sirve para conocer de los maestros en servicio, su grado de actualización, de conocimientos sobre las nuevas corrientes pedagógicas, los nuevos métodos y  procedimientos; esto es; sintetizando, los resultados de su aplicación debe servir para valorar y generar diagnósticos sólidos y confiables, que nos permitan reconocer errores, deficiencias y poco conocimiento de los planes y programas, de las competencias, de los aprendizajes esperados, etc. en busca de la excelencia educativa; y sobre todo, para diseñar actividades de actualización y capacitación, para que nuestros maestros sean partícipes de la cambiante educación del siglo XXI.

De esta confrontación de posiciones” evaluar para medir o evaluar para formar”; es sin duda; el verdadero dilema de la evaluación que enfrentan los maestros contra la SEP, la única y verdadera razón de su lucha en contra de la evaluación. 

PADRE DE FAMILIA: Bueno esta explicación sobre los diversos tipos de evaluación, nos despeja muchas dudas acerca del malestar tan evidente que existe en el magisterio nacional por la evaluación educativa, por lo que le pregunto: ¿Es mentira entonces que los maestros no quieran ser evaluados?
  
MAESTRO: Totalmente falso, en múltiples ocasiones lo han expresado, en todo el territorio nacional, a pulmón abierto sin ser escuchados: “No queremos ser sometidos a una evaluación punitiva, examinadora, sancionadora y disciplinaria, que atente contra nuestra dignidad de maestro, estamos y estaremos dispuestos a que nos evalúen para mejorar nuestro trabajo educativo, con instrumentos que arrojen resultados para la  toma de decisiones, para mejorar nuestra labor pedagógica en el salón de clase, pero no para sancionarnos, amenazando con modificarnos nuestras categorías y en caso extremo, perder nuestras plazas. Aceptamos una evaluación basada en un proceso y en el desarrollo del mismo; es decir, valorar los resultados de nuestra accionada tarea educativa”.
 
PADRE FAMILIA: Entendida las causas por las cuales el magisterio rechaza las evaluaciones, mi pregunta siguiente sería: ¿Entonces qué es para usted la evaluación? 

MAESTRO: Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Evaluar quiere decir valorar, estimar el valor de las cosas no materiales”.

La evaluación educativa, según Blomm Medaus: “Es la reunión sistemática de evidencias, que tiende a determinar si en realidad se producen ciertos cambios y establecer el grado de dichos cambios en cada sujeto de la educación”. 

B. Macario expresa:» Es el acto donde debe emitirse un juicio de valor apoyado por un conjunto de información, para poder tomar una decisión de acuerdo a los resultados» y por último de los cientos de definiciones que existen:

 La definición de la Ley del Estado de Oaxaca señala: “La evaluación Educativa es una etapa del proceso educativo, que tiene como finalidad comprobar de manera sistemática, en qué medida se han logrado los resultados previstos en los objetivos que se hubiesen especificado con antelación. Es una de las etapas más importante, que exige ser continua y constante, porque no basta un control solamente al principio y al final de la labor docente, sino antes, durante y después del proceso educativo”. De todas las definiciones leídas en artículos, libros y compendios, me quedo con ésta,  porque es la que describe con mayor nitidez el concepto de evaluación y echa abajo la que pretende aplicar a chaleco la Secretaria de Educación Pública a través del INEE, sin previa consulta con los maestros.

PADRE DE FAMILIA: Muy bien, ha sido claro y preciso, pero permítame una pregunta más: ¿Los medios de comunicación, todos los días nos bombardean con este tema de la evaluación,  arremetiendo contra los maestros porque se han pronunciado por evitar que los evalúen en base a que consideran que esa evaluación es punitiva? Cuál es su opinión al respecto. 

MAESTRO: Voy a contestar su pregunta, tratando de que se entienda bien mi posición ante este tema, Veamos: La palabra punitivo (va) tiene un significado: adjetivo del castigo, o relativo a él”. Y son sinónimos, correctivo, castigo, pena, escarmiento, o merecido. De tal manera que, la evaluación con la que se quiere evaluar a los maestros entra en ese significado, ya que se pretende evaluar para aprobar o reprobar, o bien para castigar o premiar o si me apuran mucho, para determinar quiénes son los únicos aptos para seguir con su plaza de maestros; certificados por una prueba y no por los cuatro años que dura su preparación en una Normal y refrendados por la propia SEP, al otorgarles un Título Profesional, que los avala para ejercer el magisterio. Y que ahora niega su legitimación y obliga que vuelvan a certificarse con una prueba de opción múltiple. Y aunque los Señorones Consejeros del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), señalan en un comunicado que” la evaluación docente no es «punitiva» y los sectores magisteriales que se oponen a ella lo hacen por ignorancia”. Permítame responder con la opinión vertida por un representante de la corriente democrática del magisterio, después de su participación en un Foro organizado por la Jornada y Casa Lamm:” Recordemos señaló, que la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, concluyó que los docentes pueden ser separados de sus cargos en caso de no aceptar la evaluación”. ¿Será o no punitiva? Dejo al lector que sea su leal saber y entender, el que tenga la última palabra sobre esta apreciación. 

PADRE DE FAMILIA: Ah carajo, desde este punto de vista señalado por usted, el tema de la evaluación es digno de una reflexión más profunda y aguda, pues me queda claro que el tema no se debe mirar tan a la ligera, dejándonos influenciar por las noticias que a diario leemos en los periódicos, escuchamos en la radio y miramos en la tele. Le aseguro que lo llevaremos a discusión al Consejo de Participación de nuestra escuela, para analizar sus argumentos y actuar en consecuencia. Al agradecerle su tiempo ofrecido en esta charla: ¿Nos puede prometer que de ser necesario lo volveremos a molestar en subsecuentes ocasiones?

MAESTRO: Con absoluta confianza estoy para serviles en cualquier momento.  
   
*Diálogo basado en el artículo en diferentes comunicados del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) y Miembros del Magisterio Democrático.

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