16 diciembre, 2025

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La clave

Hablemos de política

Mucho se ha hablado, se habla y se seguirá hablando en los próximos meses, de los comicios del año próximo en los que se elegirán gobernador del estado, alcaldes y diputados locales en Tamaulipas, donde nuevamente se augura un serio enfrentamiento entre los partidos Revolucionario Institucional, que acaba de llevarse de todas, todas y Acción Nacional que pese a su retroceso reciente advierte una oportunidad futura de recuperación en el 2016.

Nombres van y nombres vienen en relación con los cargos de elección popular que estarán en juego. Pero, en el caso del PRI, hay algo que será clave para que se tomen las decisiones en torno a las candidaturas de acuerdo con el diseño piramidal que tradicionalmente rige a ese partido.

Tratándose de la gubernatura, quienes hasta hoy son nombrados con insistencia como prospectos para obtener la ansiada estafeta tricolor son BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, MARCO ANTONIO BERNAL GUTIÉRREZ, MERCEDES DEL CARMEN GUILLÉN VICENTE, ALEJANDRO GUEVARA COBOS, RAMIRO RAMOS SALINAS, ALEJANDRO ETIENNE LLANO y ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO.

De un análisis histórico, puede colegirse que con vista a la renovación de los poderes locales en nuestra entidad, el Revolucionario Institucional seguirá protocolos inamovibles que se desprenden de su naturaleza. De allí que por más que anticipadamente se proyecten figuras para las alcaldías y las diputaciones locales, la clave del resultado estará en el “destape” del candidato a gobernador.

He allí el meollo. Así que antes de ocuparse de las ligas menores, conviene atender el entorno que envolverá a la selección del priísta que pretenda relevar al actual mandatario EGIDIO TORRE CANTÚ. VEAMOS.

Las cosas se antojan complicadas. En primer lugar habrá que esperar cuál es la posición de fuerza del presidente ENRIQUE PEÑA NIETO en el mes de enero cuando se habrá de hacer la postulación del candidato priísta en Tamaulipas y si no se ha visto para entonces obligado a hacer cambios en su gabinete que alteren el actual equilibrio político con el inevitable movimiento de piezas.

çDentro de esta lógica, hagamos una reflexión acerca de quién pudiera tener las prendas necesarias para aspirar a gobernar a los tamaulipecos.

BALTAZAR HINOJOSA OCHOA tiene años en política y ha ocupado muchos cargos a nivel estatal y federal. Pero si usted le pregunta a cualquier vecino del sur de Tamaulipas quién es él, seguramente se quede con los ojos abiertos. Es un burócrata al que sólo conocen en su tierra.

MARCO ANTONIO BERNAL GUTIÉRREZ es diputado federal y ya fue aspirante a la candidatura al gobierno del estado. Se alejó de la entidad y de sus amigos durante muchos años. Se dice que para hablar con él hay que hacerlo dentro de la primera hora de la conversación, pues después entra en un estado de alegría.

ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO es únicamente un usufructuario del apellido que por sí solo nunca ha aportado nada sustancial al partido que una vez presidió en la entidad. Sólo sabe decir “el que pregunta no se equivoca”.

ALEJANDRO GUEVARA COBOS es un joven mantense que a pesar de haber sido coordinador de giras del presidente de la república no parece poseer las cualidades necesarias para gobernar Tamaulipas. Con ser alcalde de su ciudad natal se vería más que gratificado.

RAMIRO RAMOS SALINAS ha hecho un papel destacado al frente de la junta de coordinación política de la legislatura local, pero no son pocos los analistas que igualmente auguran que su destino estaría en una alcaldía.

Así, quienes a estas alturas parecen tener más posibilidades de aspirar dentro del PRI a la silla principal del gobierno de Ciudad Victoria, serían MERCEDES DEL CARMEN GUILLÉN VICENTE, que levantaría el orgullo sudtamaulipeco y ALEJANDRO ETTIENNE LLANO de indiscutibles galas políticas y administrativas.

Y ¿por qué decimos que la designación del candidato priísta a gobernador es clave para la resolución de las demás denominaciones? Por la sencilla razón de que necesitará de un bagaje sustancial que le sume votos en los 43 municipios de la entidad. En otras palabras, él sería quien “palomee” a los candidatos a presidentes municipales pues además de que le acompañarán en la primera mitad de su eventual gobierno serían bisagras en sus planes políticos y administrativos.

Por lo que toca a las diputaciones locales, es otra cosa. Quien le eche un vistazo a los antecedentes, advertirá que a un gobernador saliente le importa más dejar un congreso que le cuide las espaldas ante posibles embates revanchistas, que pensar en quienes queden en las alcaldías que no tienen nada que ver con su ámbito político y administrativo.

Todo esto se encuadraría en un entendimiento entre quien llega y quien sale. Yo me encargo de los alcaldes y te dejó a los diputados, sería la fórmula conciliatoria.

Así que todos aquellos que aspiran a manejar los municipios o a sentarse en la legislatura local, bien harían en sentarse a esperar a que se tome la determinación clave, aunque, hay que reconocerlo sin dejar de moverse, porque como lo dijimos en nuestra anterior colaboración, ahora el que no se mueve no sale. Pero esa pieza clave de la que hablamos no está a salvo de veleidades. Estará, insistimos, dependiente de lo que ocurra en los altos mandos del partido y del gobierno federal. ¿Y qué tal si al margen de la lista que se maneja surge una sorpresa?

raulpazos45@gmail.com

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