6 diciembre, 2025

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Confesionario

Hay otros ‘pior’…

Confesionario

No nos sorprendió la última encuesta de REFORMA en la que revela el nivel más bajo que haya tenido presidente de México alguno acreditado a Enrique Peña Nieto a quien según la medición sólo aprueba el 34 por ciento de los ciudadanos.

Así es mis queridos boes, no sorprende porque los motivos están a la vista y no me refiero a la inseguridad que pese a seguir a niveles que no debemos aceptar, no es previamente el gran motivo de la pérdida de popularidad del Presidente de la República, sino los temas económicos.

Y es que a diferencia de la inseguridad, la economía esa sí es democrática y no discrimina, cuando está mal le pega parejo a todos; desde Carlos Slim hasta al más jodido de los mexicanos.

Esos temas traen de cabeza al gobierno federal, porque sus pronósticos para este 2015 fueron hechos añicos desde el primer trimestre.

Sólo para recordar aquí un fragmento de la publicación de Forbes a finales del año pasado: «Con 427 votos a favor y 35 en contra, la Cámara de Diputados avaló la Ley de Ingresos para el próximo año (este), que considera un menor precio del petróleo, de 81 dólares por barril, y un tipo de cambio más alto, de 13.40 pesos por dólar».

Eso era lo que pronosticaban los que manejan este país, ya era un pronóstico muy conservador, pero con todo y ello todo se les vino abajo y hoy los dos principales factores que definen el presupuesto les han ‘cacheteado’.

El precio del barril de petróleo mexicano que Luis Videgaray y sus chicos tricolores en las cámaras de diputados y senadores presupuestaban en 81 dólares ayer estaba en 41; es decir la mitad de lo que ellos planeaban.

El otro factor; el dólar, que según ellos no rebasaría los 13.40 pesos por cada billete verde, ayer cerró a 16.48 pesos; es decir más de tres pesos arriba de lo que consideraban.

Por eso la popularidad del Presidente, porque mientras la bronca de la inseguridad escoge a quien pegarle; es decir se es víctima directa o no, cuando el dólar acaricia los 17 pesos a todos nos pega en el bolsillo.

Cuando el precio del barril es de la mitad de lo que habíamos pensado venderlo, entonces no hay dinero para obras, no hay suficiente para programas sociales, nos pega a todos, porque los constructores se contraen y los albañiles no trabajan, los changarros no tienen clientes, los restaurantes están vacíos, los viajes se suspenden, el consumo en general pues cae.

Lo malo en este tema es que no vemos a los ‘líderes’ del país advirtiendo a la población de que las cosas vienen peor, por el contrario me parece que hay un discurso engañoso que pretende vendernos la idea de que estamos bien y nos va a ir mejor.

Se nos bombardea con la farsa de que hay generación de nuevos empleos usando las estadísticas del IMSS, cuando la realidad es que el régimen ha apretado tanto a los pobres abarroteros, taqueros y demás informales, que los ha obligado a darse de alta en Hacienda y por tanto en el Seguro y luego cuentan esas altas como nuevos empleos; no es cierto.

Hay en el gobierno federal una máxima que no les está saliendo, creen que boletinar o repetir una mentira miles de veces en la televisión oficiosa la convertirá en verdad, pero eso ya no aplica en los tiempos de las redes sociales.

La máxima que sigue aplicando en estos tiempos y desde la mitad del siglo pasado es aquella que dice: Presidente que devalúa, se devalúa.

Eso sí, el grueso de la población sigue hablando del despido de Miguel ‘El Piojo’ Herrera y otras frivolidades mientras al país se lo carga el payaso, al fin que hay otros países peor, como dijo ayer Peña Nieto.

Mercado de 30 millones…

Al gobierno de Gustavo Torres Salinas, de Tampico, no le queda de otra más que aplicar la ley, pueden llamarle mano dura, cero tolerancia o como a cada quien se le antoje, pero tendrán que evitar que los vendedores del rodante del Germinal por sus pistolas se instalen como el domingo pasado sobre la Avenida Monterrey.
Estamos hablando de una obra que tardó al menos cuatro años en concretarse y que es de vital importancia para la vialidad de la zona y que tuvo un costo de unos 30 millones de pesos.

La gran pregunta es si debe permitirse que un grupo de no más de 60 oferentes afecten a toda la ciudad, argumentando que tienen que vender para sobrevivir, sobre todo porque la autoridad no les está prohibiendo vender en la vía pública, sino que ya había acordado con ellos que ocuparán otras arterias, lo que ya es pasar por encima de la norma.

Insisto urge que les pongan un alto, porque el mal ejemplo podría cundir y echar por tierra los otros esfuerzos para ordenar el comercio en el puerto. Ahí hay tarea para el equipo del alcalde; lástima que algunos como su secretario del Ayuntamiento Juan Carlos Ley Fong operen más que como aliados como enemigos.

Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com
Twitter: @melitong

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