MATAMOROS, Tamaulipas.- Escuelas privadas de Brownsville, Texas, y del Valle del Río Grande están a la expectativa de que estudiantes mexicanos con visas, incluso aquellos estadounidenses que viven en México, deserten durante el siguiente ciclo escolar si el alto costo del dólar les afecta su economía y éste siga aumentando su valor.
Ante eso activaron un plan financiero emergente para ayudarlos en caso de que los alumnos atraviesen una crisis económica o se vean forzados a abandonar los estudios. “Hasta ahora todo marcha bien, de los alumnos que ya estudian aquí han renovado su matriculación, incluso estamos recibiendo de nuevo ingreso”, dijo Ana Gómez, directora de la Escuela Primaria Católica Saint Mary’s School.
Aunque esperan que esto no pase, está consiente de la devaluación del peso y del impacto negativo que éste trae a las familias mexicanas.
“Por seguridad y un mejor futuro para mi hijos, prefiero que sigan estudiando en Estados Unidos, para que también aprendan el idioma inglés y puedan desenvolverse mejor en esta zona fronteriza”, dijo Sandra Villarreal, madre de familia de Matamoros.
Señala que aunque esta ciudad cuenta con colegios y escuelas bilingües es mejor que se eduquen del “otro lado”.
“Los padres de familia siempre se esforzarán por la educación de sus hijos, pues para ellos es su Huyen de la violencia.
Desde el año 2010 una ola de nuevos estudiantes extranjeros comenzó a registrarse en la frontera con Estados Unidos luego del incremento de la violencia en México y particularmente en Tamaulipas.
“En ese año muchos jóvenes traídos por sus padres ingresaron a esta escuela, pero poco a poco se han regresado, cuando los enfrentamientos entre grupos criminales se recrudecieron en Tampico, por ejemplo, se inscribieron muchos de ellos aquí”, dijo Nena Cecere, secretaria ejecutiva de la Escuela Primaria Católica Saint Mary’s School.
De acuerdo con cifras, la mayoría de los estudiantes de esta frontera provienen de Matamoros, Tampico, Valle Hermoso, Monterrey, Cancún y el Distrito Federal.
Edgar Chrnko, director de Relaciones Públicas del Texas Souhtmost College en Brownsville,, señala que los estudiantes internacionales cada año están fluctuando.
“Actualmente aquí tenemos matriculados un promedio de 93 desde el año 2014, a ellos les resulta más caro el semestre o la clase que a un residente legal o ciudadanos de Estados Unidos”, dijo.
Por clase un estudiante extranjero paga en promedio 416 dólares y por semestre 3 mil 454.
“Los programas educativos que se les implementa es el mismo que cualquier alumno, es decir, reciben las mismas materias según la carrera que eligen y los horarios que más les convengan”, explicó.
aumentan los costos
Otro de los obstáculos a los que se están enfrentando los estudiantes es que se elevaron los costos con la fusión de las universidades de Brownsville y Edinburg, Texas, a la Universidad Río Grande del Valle.
Emmanuel Alvarado, presidente del Consejo Estudiantil de la Universidad Panamericana de Edinburg, dice que el impacto no sólo lo están sintiendo los universitarios foráneos sino los “dreamers”, que desde menores fueron traídos por sus padres a Estados Unidos y que actualmente tiene un permiso de trabajo con protección contra la deportación.
“Ellos son como si fueran estudiantes extranjeros. En promedio les costará entre 300 y 800 dólares más por clase”, explicó.
Señaló que se trata de una situación crítica, porque lo que provocaría es que abandonen sus estudios.
“Por semestres estimamos que pagarían entre mil y 2 mil dólares más”, añadió.
Los expertos calculan que el precio del billete “verde” podría alcanzar los 20 pesos.