ROMA, Italia.- Simplificar y economizar. Ésto es lo que busca el Papa Francisco para los procesos de nulidad matrimonial, un año después de haber establecido una comisión jurídica especial para estudiar los casos.
«¡Cuánta gente espera durante años una sentencia, que le digan ‘sí, es verdad, tu matrimonio es nulo’, o ‘no, tu matrimonio es válido’, pero que sea una palabra justa. Algunos procedimientos son tan largos o tan pesados que no favorecen y la gente abandona», clamaba el Pontífice desde septiembre de 2014.
En muchas diócesis, el proceso para la nulidad matrimonial es muy costoso, largo y se critica que también invade en muchos aspectos la vida íntima de las parejas.
Esto, pues es necesario justificar el trámite por medio de argumentos como impotencia sexual prolongada, o el tener que comprobar la muerte de un cónyuge tanto de manera civil como religiosa.
Algunos observadores apuntan a que uno de los cambios será deshacerse del requisito de la doble sentencia, en el que dos cortes eclesiásticas tienen que avalar la nulidad para que ésta tenga efecto.
También se prevé que ahora sean totalmente gratuitos, a instancias del Papa.
Hoy los seis expertos de la comisión detallarán las revisiones a los trámites, encapsulados por dos documentos papales «motu proprio» titulados «Mitis Iudex Dominus Iesus» y «Mitis et misericors Iesus».
El anuncio se da a un mes de una reunión de Obispos para discutir el estado actual de la familia y poco tiempo después de que el Papa aclarara que no hay que excomulgar a las parejas divorciadas.
Asimismo, en junio opinó que las separaciones matrimoniales a veces son moralmente necesarias, sobre todo en casos de violencia intrafamiliar.
La cuestión es que, como ha ocurrido el año pasado durante el anterior Sínodo sobre la Familia, el asunto mantiene inquietos a ciertos sectores de la Iglesia opuestos a cualquier apertura que altere el modelo tradicional de familia católica.
«Algunos sostienen que la Iglesia Católica puede adoptar una práctica limitada de divorcio y nuevo matrimonio (…) Este juicio malinterpreta la doctrina católica de la indisolubilidad», afirmó recientemente el teólogo estadounidense Christian Brugger.
De igual forma, el vaticanista Sandro Magister, cercano a ambientes más tradicionalistas, publicó ayer un artículo en el que argumentaba que los matrimonios sacramentales consumados no pueden disolverse.
En México, varias figuras han tramitado la nulidad matrimonial, entre ellas el ex Presidente Vicente Fox, quien terminó su casamiento con Lilián de la Concha hasta 2008, después de haberse casado vía civil con Martha Sahagún.