En una ceremonia austera, como imponen los tiempos actuales de crisis económica, ayer el presidente, Enrique Peña Nieto, desde el Palacio Nacional, dio el Grito de Independencia y lo mismo hicieron los gobernadores de los Estados y los Alcaldes en todo el país.
Aun en medio de las fiestas folklóricas, producto de un acendrado nacionalismo, si nuestros gobernantes tuvieran la oportunidad de hacer un recorrido por las plazas públicas, los barrios, las colonias, los centros de trabajo, los hospitales del Seguro Social y del ISSSTE y por nuestras escuelas, confundidos entre la gente, sin sus enormes aparatos de seguridad, podrían escuchar el grito de la población por un México diferente al que tenemos.
Si nuestros gobernantes tuvieran la oportunidad de hacer ese recorrido, como cualquier ciudadano, verían en el rostro de millones de mexicanos, lanzando el grito por tener una verdadera justicia, para que la ley no solamente se aplique a los jodidos y terminar con la impunidad de la que gozan los hombres del poder, cuando delinquen.
Podrían escuchar en los cuatro puntos cardinales de México, el grito que se frene la escandalosa corrupción que se ha exhibido en los tres niveles de Gobierno.
Escucharían el grito de los mexicanos de castigar con cárcel a los funcionarios que se roban el dinero que deben destinarse a obras públicas y programas sociales.
En ese mismo recorrido, nuestros gobernantes escucharían el grito desesperado de los mexicanos porque haya una verdadera seguridad, que les permita recuperar los espacios perdidos por la enorme ola de violencia que azota en muchas regiones de México.
Otro grito que escucharían nuestros gobernantes, es que los jueces dejen de abrirles las puertas a los delincuentes, producto de la corrupción y sigan condenando a inocentes por el delito de no tener dinero para comprarlos.
Otro grito desgarrador, que escucharían, es el de millones de mexicanos que viven en la pobreza extrema, que todos los días luchas por sobrevivir de la limosna y buscando que comer entre los basureros.
Nuestra clase gobernantes, en ese mismo recorrido, podría escuchar el grito desesperado de miles de personas por un mejor sistema de salud. Que las clínicas y hospitales del Seguro Social y del Issste, tengan suficiente personal médico, equipo para el tratamiento de las enfermedades y medicamentos.
En ese peregrinar por los rincones de México, nuestros gobernantes también escucharían el grito de miles de ciudadanos porque haya una mejor educación, escuelas dignas, con material didáctico y suficientes maestros.
Otro grito que escucharía la clase en el poder, es que los partidos políticos, dejen de ser agencias de colocación de empleos para sus amigos, que realmente emprendan acciones a favor del desarrollo de México y no solamente para defender sus intereses.
Otro grito que también podría retumbar en los oídos de nuestros gobernantes, es el terminar con la falsa interpretación del fuero de los legisladores, para que quienes cometan actos de corrupción y cualquier otro delito, sean enjuiciados, porque la Ley no debe tener excepciones.
Sin embargo creo que el grito más grande que podrían escuchar los gobernantes, es el grito por una nueva independencia. La independencia entre los tres poderes de la República, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
El grito de millones de mexicanos por una nueva independencia, es porque la actual es simulada, está en el papel, pero no se aplica y con muchos ejemplos se puede decir el Poder Legislativo y el Judicial, se encuentra al servicio del Ejecutivo.
Necesitamos un Congreso de la Unión realmente independiente, para que sea un contra peso del Poder Ejecutivo. Que los Diputados Federales y Senadores no respondan a los intereses de sus partidos y del Presidente en turno, sino de la sociedad a la que dicen representar.
Se necesita un Poder Judicial independiente para poner orden y dirimir diferencias entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Esa misma independencia entre los diferentes poderes, se necesita en los Estados y los Municipios y mucho ayudarían a que México pueda realmente salir adelante y que millones de mexicanos, en nuevas circunstancias sigan contribuyendo a su grandeza y generando riqueza, distribuida justamente y no solamente para una casta divina.
PICADILLO…….El exdiputado federal, el matamorense, Marco Antonio Bernal, fue visto en Ciudad Victoria, dándose baños de pueblo, recorriendo centros comerciales para saludar a la gente, como parte de su acción de proselitismo que viene haciendo en su lucha por conquistar la candidatura al Gobierno del Estado, bajo las banderas del PRI……….José Elías, alcalde de Reynosa, dijo que está listo para lo que el destino le depare en el 2016 y dispuesto a sacrificarse si el PRI le manda llamar para que sea al próximo candidato al gobierno del Estado.