BRASILIA, Brasil.- Miles de servidores públicos federales brasileños realizarán el 23 de septiembre una huelga para mostrar su rechazo a las políticas de austeridad y recortes impulsadas por el Gobierno de Dilma Rousseff.
Según explicó la Confederación de los Trabajadores en el Servicio Público Federal (Condsef) y una veintena de entidades sindicales, la huelga contará con una manifestación en la capital Brasilia.
Actualmente, según la Condsef, la cual representa al 80 por ciento de los funcionarios dependientes del Gobierno federal, 100 mil de los 850 mil trabajadores públicos del Estado actualmente se encuentran en huelga en varios estados.
Este miércoles, los empleados del servicio de correos anunciaron un paro indefinido en cinco de los 27 estados brasileños, entre ellos Río de Janeiro y Sao Paulo, para reclamar mejores condiciones de salarios y la contratación de nuevos funcionarios.
Los reclamos son similares a las realizadas por profesores de las universidades federales, que se encuentran en huelga desde hace tres meses.
Esta semana, el Ministro de Hacienda, Joaquim Levy, anunció nuevas medidas de corte restrictivo, después de que la agencia de calificación de riesgo Standard and Poor’s rebajara la nota de crédito del país al llamado “bono basura”.
Entre las propuestas del Ejecutivo figura el aplazamiento de un reajuste salarial para los empleados públicos, previsto inicialmente para enero; la suspensión de los concursos para contratar personal para organismos estatales y un aumento de los impuestos.
La situación económica de Brasil, el cual se encuentra en recesión, llevó al Gobierno a impulsar un severo plan de ajuste fiscal que incluye el aplazamiento de un reajuste salarial para los empleados públicos, previsto inicialmente para enero.
El Gobierno también contempla la suspensión de los concursos para contratar personal para organismos estatales y un aumento de los impuestos.
Con esto, pretenden revertir el déficit equivalente al 0.5 por ciento del PIB previsto en el presupuesto nacional para 2016, y recuperar el crecimiento de la economía.
Lo anterior porque acuerdo a proyecciones del sector privado este año deberá encogerse un 2.55 por ciento, una tendencia que se mantendrá en 2016, para cuando se espera una contracción del 0.60 por ciento.