NUEVA YORK, EUA.- Arabia Saudita pidió a Rusia que ponga fin a sus incursiones en Siria.
El Embajador saudí ante la ONU, Abdallah Al-Mouallimi, afirmó que los ataques habían provocado víctimas civiles sin apuntar contra los militantes del autodenominado Estado Islámico (EI) a los que Moscú dice enfrentar.
El régimen del Presidente sirio Bashar Al-Assad considera a Arabia Saudí como uno de sus peores enemigos.
En declaraciones en Naciones Unidas en Nueva York, Al-Mouallimi sugirió que tanto Rusia como Irán, aliados importantes de Assad, no podían reivindicar su lucha contra el terrorismo del autodenominado EI mientras apoyan el terrorismo de las autoridades sirias.
Expresó su profunda preocupación sobre las operaciones militares que las fuerzas rusas han llevado adelante hoy en Homs y Hama, lugares donde las fuerzas del EI no están presentes.
«Estos ataques llevaron a un número de víctimas inocentes. Exigimos que los detengan inmediatamente y que no se repitan», declaró Al-Mouallimi en comentarios emitidos por el canal de televisión Al-Arabiya.
«Y para aquellos países que han afirmado recientemente unirse a la lucha contra el terrorismo de ISIS, no pueden hacer eso al mismo tiempo que apoyan el terrorismo del régimen sirio y a sus aliados terroristas extranjeros como Hezbollah y la Fuerza Quds y otros grupos terroristas sectarios».
ISIS es un acrónimo muy usado para el autodenominado Estado Islámico, también conocido como ISIL.
La milicia chií libanesa de Hezbollah lucha abiertamente en nombre del Gobierno de Assad, y se cree que la Fuerza Quds, parte de los Guardias Revolucionarios de élite de Irán, también estaría ayudando a Damasco.
Rusia lanzó el miércoles sus primeros ataques aéreos en Siria desde que la guerra civil comenzó en 2011 en el país.
Desde hace un año, una coalición de aliados occidentales y países regionales lleva realizando misiones aéreas sobre Siria.
La campaña de Moscú parece encaminada a congelar una tentativa de tregua iniciada este año entre Rusia y Arabia Saudí, a pesar de respaldar a lados opuestos en el conflicto sirio y a sus diferencias respecto del programa nuclear de Irán.
Aún no está claro si los países del Golfo árabe querrán que los rebeldes sirios que financian se involucren con las fuerzas rusas en la lucha, una perspectiva que podría complicar aún más el balance de poder regional.