CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Más de 500 empresas dedicadas a la industria de la construcción en Tamaulipas tuvieron en este año la caída más grande de sus ingresos de los últimos años al registrar un desplome del 43%.
El INEGI dio a conocer que los ingresos de las empresas dedicadas a esta actividad, cayeron de 1,467 millones de pesos que facturaban en promedio el año pasado, a menos de 633 millones de pesos en la primera mitad del año.
Se trata de una caída de 632 millones de pesos en términos anuales, lo que significa la mayor contracción en términos reales para empresas de la entidad.
Lo anterior mientras la inversión que han hecho las empresas constructoras sí ha aumentado en más del 8 por ciento, pero la falta de pago revierte la tendencia.
Como origen de esta situación, las cifras de la Secretaría de Hacienda revelaron que a la mitad del año, el Gobierno Federal había pagado apenas el 14 por ciento del gasto público aprobado para Tamaulipas en obras de infraestructura social en perjuicio de la economía regional de los 16 municipios más grandes de la entidad.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, al 30 del presente año, se habían pagado 178.4 millones de pesos de los 1,272 millones aprobados para Tamaulipas para el desarrollo de 268 obras; casi 1,100 millones por pagar en recursos etiquetados para el Ramo 23 en 9 diferentes fondos.
Estimaciones de la CMIC revelan que esta actividad es la que mayor repercusión tiene en la generación de empleos pues de su dinamismo dependen en mayor o menor medida 63 de las 79 ramas productivas que constituyen el conjunto de la actividad económica estatal.
Aproximadamente 43 centavos de cada peso que se invierte en alguna construcción se aplican precisamente en las ramas integradas a la cadena productiva.
En la industria de la construcción de Tamaulipas laboran más de 130 mil personas vinculadas entre las distintas actividades que la integran y que producen al año más de 42 mil millones de pesos.
En Tamaulipas hay 3 mil 500 empresas que proveen bienes y servicios a los tres niveles de Gobierno y que han esperado desde hace meses que el gasto público se reactive.