XALAPA Ver.- En medio de una aguda crisis económica, el gobernador priista Javier Duarte envió al Congreso un paquete de iniciativas con proyecto de decreto que prevé elevar de 2 a 3% el impuesto sobre erogaciones por remuneraciones al trabajo personal, gravamen que impactará negativamente a burócratas y a los sectores turístico y empresarial.
En la exposición de motivos, Duarte justifica la medida al aducir que es necesario “robustecer la recaudación de las contribuciones estatales”, en aras de “asegurar los subsidios” al Instituto de Pensiones del Estado (IPE), a la Universidad Veracruzana (UV) y para “acelerar el calendario de pago” a contratistas y proveedores.
La iniciativa ya fue turnada para su análisis y discusión a la Comisión Permanente. No obstante, los diputados recibieron este paquete de iniciativas en un Anexo A, el cual fue separado de la Gaceta Legislativa, su lectura dispensada y la distribución del documento de siete hojas no se entregó a reporteros como normalmente se acostumbra. En el anexo, Duarte apela a que se trata de una política pública “responsable”, pues “amplía la perspectiva de estado” en los ingresos de participaciones federales.
En los últimos 18 meses es ya una constante que líderes de cámaras empresariales, contratistas y constructores reclamen pagos, pues se han quejado de una parálisis económica gubernamental.
Además, en la primera semana de octubre se cumple un año de que 40 mil adultos mayores dejaron de recibir de parte del DIF una pensión vitalicia trimestral de 2 mil 500 pesos.
Peor aún, pues para evadir dicho pago, el propio organismo asistencial y la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) pretextaron una depuración del padrón de beneficiarios.