WASHINGTON, EUA.- Estados Unidos lanzó en paracaídas municiones en el norte de Siria a rebeldes de ese país que combaten al grupo autodenominado Estado Islámico (EI), indicó un portavoz del comando de las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente (Centcom).
La operación le brindó municiones a grupos árabes sirios cuyos responsables fueron verificados por Estados Unidos, declaró el coronel Patrick Ryder en un comunicado.
Un responsable del Departamento de Defensa que pidió no ser identificado precisó que los aviones lanzaron en total 50 toneladas de municiones.
El lanzamiento mediante paracaídas ilustra la nueva orientación de la Administración de Barack Obama para luchar contra los yihadistas del EI en Siria, tras el fracaso de su programa de entrenamiento de rebeldes sirios moderados.
El cambio en la estrategia estadounidense fue anunciado unos diez días después del ingreso de Rusia al conflicto sirio.
Las municiones fueron lanzadas desde aviones de carga tipo C-17 pertenecientes a la Fuerza Aérea de Estados Unidos, según el comunicado.
El texto no menciona explícitamente los grupos rebeldes que recibieron el cargamento, pero destaca la eficacia del combate que encabezan las fuerzas kurdas sirias y grupos árabes para liberar las zonas fronterizas con Turquía, en el noreste del país.
“(Las entregas) buscan extender los logros de estas fuerzas para expulsar al grupo (autodenominado como) Estado Islámico del territorio sirio”, agrega el comunicado.
Rebeldes sirios afirmaron que Washington les indicó que un nuevo lote de armamento estaba en camino para ayudarles a lanzar una ofensiva junto a sus aliados kurdos sobre la ciudad de Raqqa, la capital de facto del EI.
Las Unidades de Protección Popular kurdas, conocidas por las siglas YPG, anunciaron por su parte una nueva alianza con pequeños grupos combatientes árabes
[[¡Encarnizados combates!]]
La televisión pública siria informó que las tropas de Damasco tomaron la localidad de Kafr Nabuda en la provincia de Hama, como parte de una ofensiva para recuperar territorios en el centro del país.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo que tras la entrada de los tropas, seguían los combates.
“Las fuerzas del régimen capturaron el distrito sur de Kafr Nabuda apoyados por más de 20 bombardeos rusos”, informó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
“Los combates son los más encarnizados desde el inicio de la campaña aérea rusa el 30 de septiembre”.
Las fuerzas de Damasco apuntan a controlar la localidad de Jan Sheijun, que se sitúa en el camino de la estratégica carretera que une el norte con el sur del país, cerca de la frontera con la provincia de Idleb.
Muchos de los ataques aéreos rusos se han centrado en el área fronteriza de las provincias de Hama, Idleb y Latakia.
La provincia de Latakia, en la costa Mediterránea, es un bastión del régimen, mientras que Idleb está controlada por una alianza de milicias islamistas que incluye al grupo Frente al Nusra, afiliado a Al Qaeda.
En los últimos meses, los insurgentes buscan avanzar hasta Hama para controlar el estratégico valle de Sahl al Ghab.