BOGOTÁ.- Once militares y un policía murieron el lunes en un ataque de rebeldes de la segunda fuerza guerrillera de Colombia en una apartada zona montañosa del noreste del país, en el peor golpe del grupo insurgente contra las Fuerzas Armadas en los últimos cinco años, informó el Gobierno.
El ataque con explosivos y disparos de armas de largo alcance por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra una patrulla que transportaba votos y material electoral después de las votaciones locales del domingo, se produjo cerca del municipio de Guicán, en el departamento de Boyacá.
«El ELN asesinó once soldados de nuestro ejército y un patrullero de la policía», dijo en una declaración el presidente Juan Manuel Santos.
El ELN, que cuenta con unos de 2.000 combatientes, mantiene contactos exploratorios de paz con el Gobierno y las partes han informado que están a punto de iniciar una negociación de paz que sería separada a la que avanza en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para acabar con un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos.
«Es un hecho que demuestra que el ELN no ha entendido que este es el tiempo de la paz y no el tiempo de la guerra. Si el ELN cree que con estos actos va a ganar espacio político o a fortalecerse en una eventual negociación está totalmente equivocado», advirtió Santos, quien ordenó intensificar la ofensiva militar contra el grupo rebelde.
El ELN es acusado por las Fuerzas Armadas de financiarse con secuestros, minería ilegal, la extorsión a multinacionales petroleras y mineras, y con el narcotráfico.
A diferencia de las FARC, los principales comandantes del ELN han sobrevivido a una ofensiva militar y permanecen en la clandestinidad.