MATAMOROS, Tamaulipas.- Para que realmente se reactive el mercado de autos usados en la franja fronteriza, hay dos alternativas de solución: ampliar a cinco años los modelos que se puedan nacionalizar y que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reduzca los valores de los autos para efectos del pago de los impuestos arancelarios, que actualmente son muy elevados.
Tales planteamientos fueron hechos hoy por Tomás Cantú González, comerciante de autos usados y vicepresidente de Comercio Exterior de la Unión de Comerciantes y Empresarios del Noreste, quien dijo que esa podrían ser alternativas que pudieran tomar en cuenta los diputados federales de la zona fronteriza que están interesados en resolver el problema de autos en la frontera.
De acuerdo con el decreto actual, solamente se pueden nacionalizar dos modelos: el 2006 y 2007. Y a partir del lo. de noviembre, entra el modelo 20008, pero se elimina el 2006.
Subrayó que lo del sería que la Secretaría de Economía autorizara importar para su nacionalización autos en modelos 2011, 2010, 2009, 2007 y 2007, pagando el 10 por ciento de impuestos arancelarios, que actualmente se aplican, para los modelos 2006 y 2007.
Subrayó que eso permitiría que se ampliara el mercado de autos y ayudaría a que se hicieran más importaciones.
La otra alternativa de solución, es que la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, reduzca los valores que tiene para los autos usados, porque están muy elevados, fuera de los valores que realmente tienen en el mercado de los Estados Unidos, lo que provoca que se paguen muchos impuestos.
Para evitar la llamada subvaluación de los autos, Tomás Cantú González, propuso que como en el pasado reciente la Secretaria de Hacienda acepte los valores de los autos usados que vengan en el «Libro Amarillo» que anualmente se hace en Estados Unidos, por expertos en el mercado.
Recordó que durante un tiempo todas las importaciones de autos usados, al momento de declarar el valor se tenía que poner en valor que venían en el Libro Amarillo y se pagaban los impuestos.
Consideró que lo correcto, como se hace en el comercio exterior, es que la Aduana aceptara el valor factura de los autos. «Cuando compramos un auto en una subasta, el empresario le entrega una factura de la unidad, donde se establece cuanto se pagó por él y sobre ese valor deberían de pagarse los impuestos.
Dijo que una persona que importa de Estados Unidos a México, televisiones, lavadores, abanicos, radios, discos, teléfonos, al momento de hacer su declaración en el despacho aduanero, se respetan los valores de la factura que se les entregó.
En tales casos, agregó, la Secretaría de Hacienda, no le dice al importador, este teléfono los trae cotizado en mil pesos, pero al entrar a México lo voy a poner en 2 mil pesos. «Se respeta el valor de la factura, lo que no sucede desde hace ocho años con los autos usados», concluyó.




