CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El tamaulipeco promedio consume en su plato diario cuatro de los alimentos más cancerígenos, como carne roja, embutidos, refrescos de cola y alimentos chatarra, informó la encargada del área de nutrición del Centro Oncológico Tamaulipas, Ana Alejandra Valera Rojo, quien sostuvo que las porciones son incluso cinco veces más grandes de lo que se considera dañino.
De acuerdo a la Secretaría de Salud federal, cada año fallecen un promedio de mil 700 tamaulipecos por tumores malignos, es decir, cáncer.
Luego que la Organización Mundial de la Salud(OMS) informó que una porción de 50 gramos de carne aumenta el riesgo de cáncer colorectal en un 18 por ciento, la nutrióloga del Oncológico estatal dijo que un tamaulipeco come en promedio 250 gramos diarios.
«La cantidad de carne que consume un tamaulipeco es suficiente riesgo para padecer cáncer. La OMS habla de una ingesta de 50 gramos de carne para que exista el riesgo de contraer cáncer, la población de Tamaulipas, por comida, aproximadamente está consumiendo de 200 a 250 gramos, con bastante regularidad, es decir, está en la dieta habitual, del diario.
La población tiene un consumo aumentado de hasta cinco veces al día».
«Mucha población advierte que tiene muy bajos recursos, que la carne está muy cara, pero siempre la carne está en el plato del paciente.
Este riesgo además de la carne se encuentra en los embutidos, que son bastante accesibles, están en el plato del niño desde preescolar hasta el adulto mayor por la accesibilidad del alimento, se prefiere, se busca y se obtiene con más acceso que cualquier otro tipo de carne, incluso carnes magras, y es la incidencia del consumo tan elevado que al final viene a desencadena problemas en las células, es decir, mutaciones a nivel celular, que al final viene resultado en tumores, en cáncer».
Señaló que la ingesta de embutidos debe ser eliminada de forma total, ya que están hechos de partes no comestibles de los animales.
«No se recomiendan los embutidos, habría que eliminarlos, además existen estudios de PROFECO que habla de los embutidos que cumplen normas para que sean embutidos de calidad, que tenga aditivos en porciones adecuadas. Muchos embutidos ni siquiera son alimentos comestibles, tienen desechos de animales, partes en mal estado, que contiene partes no comestibles como los ojos, el cartílago, las vísceras del animal. Un niño que consume embutidos más de 12 veces al mes, tiene mucho riesgo de padecer leucemia, y los embutidos se los damos con huevito, en salchichas asadas».
«Además se ve influenciado por los hábitos del paciente, si es fumador activo, si bebe alcohol con regularidad, sino realiza ejercicio, si tiene una dieta alta en grasas, como comer pollo frito que tiene grasa quemada, es importante la calidad, porque no es lo mismo que la grasa de aguacate, de oliva o nueces».
Además, los tamaulipecos acostumbran poner en la mesa el refresco de cola para acompañar la comida diaria.
«Uno de los colorantes de la coca es el colorante caramelo IV, es un alimento prohibido por riesgo de cáncer, y la coca es como base de la mesa del mexicano.
La OMS prohíbe, pero el dinero es el dinero, por eso lo siguen manejando las industrias. Además está la comida chatarra, los alimentos industrializados contienen muchos aditivos».
Manifestó que lo ideal es consumir los carnes rojas en pequeñas porciones, y sólo de vez en cuando. Su lugar puede ser ocupado por pollo o pescado, y frutas y verduras. «Nosotros tomamos como muestra la palma de la mano, con un grosor de un centímetro son 90 gramos, ósea que media palma serían 50 gramos.
La carne no se debe consumir sola, debe ir acompañada de verduras, frutas, cereales como arroz, papa, tortilla, galletas. Además de leguminosas como garbanzos, lentejas, frijoles, habas, todo esto hace que nuestro plato sea más balanceado».
«La carne roja se puede sustituir por huevo, pollo, pescado, atún, excepto si es hipertenso porque el atún tiene mucho sodio.
Las dietas vegetarianas no las recomiendo, pero sí aumentan el consumo de verduras. Lo ideal es limitar la carne una o dos veces a la semana».




