CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Las personas que padecen alguna discapacidad sólo pueden moverse de manera independiente en tres por ciento del territorio citadino, el resto les es simplemente inaccesible.
Rampas insuficientes o mal hechas, transporte urbano deficiente, infraestructura especial en el olvido y la falta de continuidad para hacer conciencia civil que respete a este grupo de la población, les impide ir a la escuela, a sus empleos o simplemente salir de casa como cualquier otra persona.
En total 8 por ciento de la población capitalina tiene una discapacidad, lo que representa poco más de 25 mil personas, de las cuales, 11 mil 225 tiene una limitación física.
El número de las personas con problemas para desplazarse es de 6 mil 680; visual es de 3 mil 208, del lenguaje 1 mil 110, auditiva 1 mil 133, y con discapacidad mental son 1 mil 731.
Edson Edgar Camacho Enríquez tiene 38 años y presenta una discapacidad motriz desde hace 11 años a causa de un accidente y su buena disposición frente a la vida le ha permitido superar su condición, pero asegura que una ayudadita de la población no vendría mal, sobre todo al momento de respetar los espacios para discapacitados.
Su participación en el deporte adaptado le abrió las puertas para un empleo a nivel técnico en el Gobierno del Estado, pero dice que no todos corren con la misma suerte debido a la falta de conciencia de muchos empleadores.
En su caso, dijo que fue más difícil adaptarse a una silla de ruedas porque hay otras personas que nacen con alguna discapacidad, y para ambos grupos señaló que es necesario que la sociedad ponga de su parte siendo inclusivos y respetuosos.
Martín Coronado Alvarado vive con una discapacidad motriz sin que le sea impedimento para llevar una vida como la de cualquier otra persona, incluso fue diputado local en el ejercicio…
Dijo que hace falta mucho trabajo de las autoridades para eliminar las barreras físicas, sociales y culturales con las que viven las personas con discapacidad, señala que para poder desarrollarse en un ambiente de igualdad, se debe garantizar el acceso a tres áreas: el entorno urbano, transporte y el espacio arquitectónico o de edificios, sin alguna de ellas, dijo, no se puede hablar realmente de una ciudad accesible.
Puso como ejemplo la falta de rampas en la Presidencia Municipal o el transporte urbano pues son contados los que tienen pasamanos o un tercer escalón muy bajo para facilitar los ascensos y descensos del pasaje.
“Vemos en muchas calles y edificios estas rampas tan necesarias, pero no son suficientes porque no hay continuidad en los programas públicos hacia el bienestar de las personas con discapacidad”, señaló.
Asimismo destacó que al mejorar las condiciones para las personas con discapacidad, se mejora automáticamente las condiciones para adultos mayores, niños y mujeres embarazadas.
En el tema del acceso al trabajo dijo que los discapacitados recorren un camino tres veces más difícil porque los empleadores no están interesados en incorporarlos a sus líneas de empleo.
En coincidencia con esta opinión, el Coordinador del Programa de Atención a Personas con Discapacidad del Sistema DIF Tamaulipas, Antonio Molina Terrazas, expresó que el mercado laboral sigue sin una apertura significativa para este grupo de la población.
No obstante la institución cuenta con el programa Integra que como su nombre lo indica, se proporciona atención integral para toda esta población y una de estas líneas es la capacitación para el trabajo
Pero la versión de los empleadores es que aún no existe un programa en el que se indique el tipo de discapacidad de los aspirantes a un empleo para poder tomar decisiones de los lugares en donde puedan ser colocados, según refirió el presidente local de COPARMEX, Fidel Gallardo Aguilar.
“Nosotros estamos en la mejor disposición de incorporar a las empresas a este tipo de empleados, nada más que las autoridades deben referirnos el tipo de candidatos para saber lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer para decidir en dónde podrían trabajar”, aseguró.
Las cifras del INEGI indican que en la entidad hay poco más de 150 mil personas con algún tipo de discapacidad, de las cuales el 43 por ciento está en condiciones de trabajar pero sólo un 6 por ciento está ocupado y recibe un sueldo por su trabajo.
De las que están estudiando en el nivel superior, se contabilizan 73, tan sólo las que van a aulas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), y que reciben como estímulo a su esfuerzo una beca completa.
La titular de la Coordinación de Atención a Personas con Discapacidad (CODIS-UAT), Martha Ruth Reyes Walle destacó que cada semestre se organiza una reunión para darles a conocer los reglamentos, así como los beneficios y las gestiones que se pueden hacer a través de esta dependencia universitaria.
Uno de los objetivos es que el proceso enseñanza-aprendizaje de los alumnos especiales, sea igual al que tienen los estudiantes denominados convencionales, refirió. Los apoyos también consisten en recursos tecnológicos que son fundamentales para que ellos se puedan preparar en la universidad y concluir con éxito una formación profesional.
Estos apoyos son de tecnología adaptada, se trata de computadoras que se dan a los muchachos en comodato, algunas tienen un sistema parlante que ayuda mucho a quienes tienen discapacidad visual, explicó.
Hay calculadoras parlantes y grabadoras que sirven también a jóvenes con discapacidad motriz severa, que no tienen la movilidad suficiente como para seguir un dictado, y se trata de acercar toda la tecnología e infraestructura necesaria para el desarrollo de los jóvenes especiales, apuntó.
“Nos interesa que todos los jóvenes con alguna discapacidad que desean estudiar una carrera, conozcan lo que está disponible para ellos y se animen, que vengan con nosotros”.
Agregó que el próximo año se abrirán cursos de lenguaje de señas para maestros y personal administrativo con el fin de derribar barreras para los alumnos con discapacidad auditiva o verbal.




