México, D.F.- El mayor destructor jamás construido para la Armada estadounidense zarpó el lunes desde el astillero de Bath Iron Works y navegó el río Kennebec hasta llegar a la desembocadura del océano, donde se someterá a sus primeras pruebas.
Más de 200 constructores, marinos y residentes se congregaron para observar el futurista Zumwalt de 185 metros (600 pies) y 15,000 toneladas pasar por Fort Popham acompañado de remolcadores.
Kelley Campana, empleada de Bath Iron Works, dijo estar emocionada. “Esto es digno de entusiasmo. Es un gran día para ser constructor de buques y para ser estadounidense”, afirmó. “Es el primero de su clase. Nunca ha habido nada igual. Tiene aspecto de futuro”.
Larry Harris, empleado retirado de Raytheon que trabajó en la construcción del buque, comentó que “es agradable verlo andar. Espero que funcione como se anunció”.
Bath Iron Works pondrá a prueba el desempeño del barco. El objetivo es entregarlo a la Armada en algún momento del año próximo.
“Estamos entusiasmadísimos de ver el Zumwalt en acción. Para la tripulación y todos los involucrados en diseño, construcción y preparación de este buque fantástico, se trata de un importante jalón”, dijo el capitán James Kirk antes de zarpar.
El barco tiene propulsión eléctrica, nuevo radar y sonar, poderosos misiles y cañones y un diseño “sigiloso” para reducir su presencia en el radar. Una automatización avanzada le permitirá operar con una tripulación mucho menor de la de los demás destructores.
El Zumwalt, primero de tres buques de la misma clase, costará al menos 4.400 millones de dólares.
Los críticos dicen que el casco es menos estable que los de los barcos convencionales, pero contribuye a su capacidad para eludir el radar, y la armada confía en el diseño.
Eric Wertheim, autor y editor de la “Guía de Flotas de Combate en el Mundo”, del Instituto Naval de Estados Unidos, dijo que la integración de tantos sistemas nuevos conlleva cierto nivel de riesgo.
Agregó que las preocupaciones operativas, los costos crecientes y la composición de la flota hicieron que la Armada redujera el programa de 32 buques a solo tres. Con solo tres modelos, esta clase de destructores podría ser algo así como un proyecto de demostración tecnológica.