AUSTIN, Texas.- La vigilancia aérea y acuática en la frontera de Texas con México se incrementará y la Guardia Nacional no será retirada como respuesta ante el dramático número de menores que cruzan ilegalmente a los Estados Unidos.
El gobernador Greg Abbott dijo que la situación es crítica, por lo que ordenó el despliegue de más lanchas y aeronaves que ayuden a detener el flujo de inmigrantes que están llegando que en su mayoría son de Centroamérica.
Como Expreso ha estado informando desde hace semanas, los números de menores y familias que están cruzando en los últimos meses se han elevado y amenazan con convertirse en otra crisis humanitaria.
En octubre y noviembre pasados sumaron más de 10 mil 500 niños solos los que cruzaron sin documentos a los Estados Unidos, sin contar las familias.
Abbott criticó al gobierno federal tras ver que las estadísticas en noviembre y octubre de este año fiscal doblaron a las del año pasado. Este aumento obligó a la Patrulla Fronteriza a abrir tres nuevos albergues, dos en Texas y uno en California.
Se suponía que la Guardia Nacional que fue desplegada en la frontera con México en junio del año pasado en respuesta a la crisis humanitaria del 2014 sería retirada en agosto pasado, pero ayer Abbott dijo que seguirán.
Junto a los soldados llegaría una docena de helicópteros militares piloteados por la Guardia Nacional que, junto a otros de CBP y drones, se supone que vigilan la frontera. A pesar de la molestia de la iniciativa privada, legisladores y organizaciones, los soldados se quedaron, aunque en menor cantidad a los mil enviados, pero a pesar del 1.4 millones de dólares que gastan semanalmente el resultado es que los inmigrantes siguen cruzando y cada vez son más.
Para el Gobernador la situación es crítica, por eso ordenó no solo la permanencia de los soldados, sino que instruyó a los elementos de DPS a coordinarse con el Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas para aumentar el número de lanchas y oficiales tácticos en lugares estratégicos a la orilla del Río Bravo.
Por lo menos 250 oficiales del Departamento de Seguridad Pública de Texas están siendo entrenados para ser enviados a la región del Valle de Texas, dijo el gobernador Abbott.