7 diciembre, 2025

7 diciembre, 2025

Pide Papa unidad contra la violencia

La violencia y las medidas para combatirla fueron figuras centrales del mensaje navideño que el Papa Francisco ofreció ayer.

CIUDAD DEL VATICANO.- La violencia y las medidas para combatirla fueron figuras centrales del mensaje navideño que el Papa Francisco ofreció.

Asomado al balcón de la basílica de San Pedro para la tradicional bendición «Urbi et Orbi» (A la ciudad y al mundo), el Pontífice hizo referencia a los recientes atentados terroristas en París y Beirut, así como a los ataques en Egipto, Mali y Túnez, para llamar a la unidad contra la barbarie.

En alusión al autodenominado Estado Islámico (EI), exhortó a la comunidad internacional a dirigir su atención a Siria, Irak, Libia, Yemen y la zona de África subsahariana, donde la presencia del grupo terrorista es predominante.

«(Ahí) las atrocidades causan todavía numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros», proclamó.

El Santo Padre expresó su anhelo de que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Unidas logre propiciar la paz en Siria y remediar la grave situación humanitaria que su población afronta.

El conflicto entre palestinos e israelíes, que este año vivió un recrudecimiento con múltiples ataques con arma blanca, también estuvo presente en las plegarias del Papa.

«Donde nace Dios, nace la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra», expresó Francisco.

«Sin embargo, precisamente allí donde el Hijo de Dios vino al mundo, continúan las tensiones y las violencias y la paz queda como un don que se debe pedir y construir», añadió.

Otro de los aspectos centrales del discurso papal fue la crisis migratoria que sufrió Europa este 2015, la peor desde la Segunda Guerra mundial.

Francisco elogió a los individuos y países que acogieron a los refugiados y aseguró que su generosidad ayuda a los recién venidos a construir un futuro digno para ellos y para sus seres queridos, así como a integrarse dentro de las sociedades que los reciben.

«Que no falte nuestro consuelo a cuantos huyen de la miseria y de la guerra, viajando en condiciones muchas veces inhumanas y con serio peligro de su vida», dijo.

Finalmente, el Pontífice ofreció palabras de consuelo a los cristianos perseguidos por su fe en diversas partes del mundo, especialmente en la región de Medio Oriente y el norte de África.

«Son nuestros mártires de hoy», afirmó el Papa, quien oficiará una misa mañana dedicada a las familias como parte del inicio del Año Santo de la Misericordia.

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