MATAMOROS, Tamaulipas.- “Sabemos que están vivos y que van a regresar”, señaló Maribel Vela Ávalos, suegra de uno de los tres pescadores que el 29 de diciembre salieron a alta mar y quienes a la fecha se encuentran como perdidos.
La mujer, junto con las dos hijas de Fernando González Sosa, uno de los pescadores desaparecidos, se presentaron ayer en Palacio Municipal, desde donde se les está brindando ayuda para la búsqueda de los náufragos.
De acuerdo con la versión de los familiares del pescador, la lancha en la que salieron para la pesca de cazón se encontraba en malas condiciones, pues se le metía el agua que tenían que sacar con botes.
Según Joana Yanet, de 12 años, e hija de González Sosa, el día que salieron a la pesca, a su padre y a sus compañeros -José Alberto Villanueva y Tomás- les dieron la lancha vieja, “a la que se le metía el agua”.
La nueva, aseguró, le fue asignada a otros pescadores, quienes son familiares de su padre.
“Fue el 29 de diciembre, a las 15:00 horas cuando los pescadores se echaron a la mar desde el campo pesquero número dos, y tenían que haber regresado al día siguiente, como a las 10”, dijo Vela Ávalos.
La suegra de González Sosa indicó que como esto no sucedió, de inmediato se dio parte a las autoridades, en este caso a la Capitanía del Puerto y a la Secretaría de Marina, para su búsqueda y rescate.
La mujer aseguró que hasta estos momentos las autoridades a las que han acudido les han brindado el apoyo requerido, como es el caso de la administración municipal.
Dijo Vela Ávalos: “Nos han apoyado con despensas, pero también el señor Humberto García González, de Protección Civil, nos ha apoyado bastante, pues él consiguió un helicóptero para buscar a nuestros familiares”.
De igual forma se han podido conseguir algunas lanchas con las que se están realizando recorridos en alta mar, para tratar de rescatar a los pescadores.
Vela Ávalos comentó que González Sosa, -quien tiene varios años dedicado a la pesca-, está casado con su hija María Victoria Tovar, con quien tiene dos hijas: Joana Yanet y Évelin Casandra, de 12 y 11 años, respectivamente.




