1- Los tiempos, se dividen, se acomodan a nuevas esperanzas, nuevos propósitos. Se sueña diferente y se vive diferente. Los terciarios como yo, empezamos a tambalear la espada y la coraza, y se intuye, un tiempo de tropezones en banquetas y paredes duras. Se viene el tiempo de agarrarse al barandal, aferrarse a los árboles de la vida, a pisar fuerte para asegurar el paso.
Los tiempos nos dividen, según anda el cuerpo y el cerebro. Prevalece el buen ánimo, la sonrisa, la carcajada, el trabajo que los días también reparte en corazón y pensamiento. Tiempo es de volver a soñar y ser adolescentes en este oficio de vivir, como diría Cesare Pavese.
2- Alcantarilla Mortal Antenoche, fui víctima de mortal zancadilla. Zancadilla al bolsillo, porque en el 14 Allende atraviesa la gran alcantarilla que recoge el agua callejera y que el tiempo ha convertido en una trampa del ejército del medio desorientado. Las varillas se han desoldado y los fierros apuntan sobre las llantas de los autos que circulan por allí. El la noches es peor de peores, porque las fauces de hierro tragan llantas y amortiguadores a destajo dejando a los pobres autos sin mandíbulas ni orejeras, y con la campanolla desgarrada.
Mortal para mi bolsillo, pues hoy tuve que azotar con 1400 lanas por pedir un juego de llantas. Las mentadas de madre están al día y en la noche por ese paso de la muerte que significa esta gran alcantarilla.
3- La Agencia WV ha dejado a cientos de usuarios en la intemperie. Sin ninguna protección, sin decir agua va, se retiró del mercado Victoriano.
Cintos de propietarios de autos al desamparo. Los vehículos van a las agencias de Linares, Monterrey y Tampico a cantar sus penurias, a soportar la tragedia de decenas de contribuyentes que echaron toda la manteca, toda la piel para hacerse de un vehículo nuevo. la realidad es que vivimos en un país de la penuria, del soborno, del desfalco. La ingratitud humana está atorada en las venas de los que mercan con la buena fe de los consumidores.
Soportar traslados de autos con los riesgos de carreteras, soportar el pago de hoteles, soportar todo de una empresa de caída presuntamente de clase mundial, es increíble. Solo es creíble en un país como México…




