Es terrible lo que se vive en materia de política partidista: sucede que empezando por los ciudadanos, pasando por todos los organismos civiles y concluyendo con los medios de comunicación, nadie sabe quiénes son los candidatos del PRI, del PAN o del PRD a la gubernatura.
El principal misterio lo encierra el PRI, partido en el poder, cuyas elites se reparten sexenalmente el botín llamado gubernatura. Pero previamente escenifican un episodio de cruentas disputas internas, ajenas por completo a las penurias y necesidades de la ciudadanía. Bajo esta premisa, el relevo de hombres y mujeres en las riendas de las instituciones, se reduce al grotesco manoteo de unos cuantos, en detrimento de las mayorías. Es la voz colectiva condenada al reducto de los espacios domésticos, la intrascendencia y el anonimato.
Se trata de un problema de fondo que involucra en primer lugar, la educación y en segundo, una marcada ausencia de respeto por nosotros mismos como sociedad mexicana y tamaulipeca, inserta en la modernidad tecnológica.
Sin embargo, en etapas como la que ahora se vive, ciudadanos y autoridades; comunicadores y lectores, parecemos disfrutar del pasmo y de la parálisis, como que si no fuese ya bastante deprimente padecer el flagelo de la crisis económica y de la inseguridad. A una sociedad lastimada por la humillación de injusticias y de atropellos, le sumamos la parodia de una democracia teledirigida desde Los Pinos.
La democracia que ahora vivimos, me hace recordar la isla ficticia de Lilliput, en la novela de Jonathan Swift “Los Viajes de Gulliver”. Una monarquía de hombrecillos cuyo tamaño no pasaba de un doceavo de la estatura humana. La capital de Liliput es Mildendo y en ella viven medio millón de liliputienses.
El emperador Golbasto Momarem, poco más grande que una uña, de 28 años de edad, lleva ya más de siete años en el cargo. Las pugnas entre Liliput y Blefuscu representaban en aquel entonces una parodia literaria de la guerra entre la Irlanda Católica y la Inglaterra Protestante. Aquellas personitas, producto de la imaginación literaria, discutían y peleaban porque no se ponían de acuerdo, sobre la manera cómo pelar los huevos cocidos. Pero en el Tamaulipas de hoy, dichos papeles son desempeñados por priístas y panistas.
Tricolores y blanquiazules protagonizan una guerra de enanos que se acusan mutuamente de haberse besado con el narco. Cuando en la realidad, dichos partidos están hasta las chanclas. Y no hay quien pueda lanzar la primera piedra, porque en los hechos, ambas siglas están muy lejos de la pureza. Divorciadas de la ética y muy encarnadas con la complicidad.
En consecuencia, las elecciones del 2016 que se avecinan, se pronostican como las del oprobio y del cinismo, en una entidad que ha sido víctima de las camarillas federales del PAN y del PRI. Primero los calderonistas nos hicieron ver nuestra suerte, y ahora los peñistas nos mantienen en una situación parecida a la obra teatral de “Esperando a Godot”, donde dos vagabundos se sientan a esperar a otro llamado Godot, que jamás aparece. Pero unos vivales les prometen que Godot no llegó hoy, pero con seguridad mañana sí. El mismo cuento de los peñistas y los beneficios de sus reformas estructurales; el mismo cuento de las promesas de Fox y de Calderón.
Ahora nos dicen que los beneficios de las reformas se verán en el 2018. Mientras tanto el mozalbete azul, Ricky Ricón” Anaya va alegre como el jibarito, cantando cínicamente su perorata anticorrupción, sin tocar lo de Guillermo Padrés en Sonora o la famosa Estela de Luz, o el enriquecimiento de César Nava en PEMEX.
El remate de toda esta burda parodia llamada Democracia Representativa, es que están a punto de dictarnos una camarilla más de poder. Y con ella, seguramente ya se frotan las manos, los que mañana serán la comalada de nuevos ricos.
GONZÁLEZ TORAL ATACA A GRISELDA, A TRAVÉS DE UNA SOBRINA PANISTA
La verdad no se valen las porquerías políticas que viene cometiendo el diputado local altamirense Carlos González Toral, cuando utiliza a su sobrina de filiación panista para torpedear a su adversaria Griselda Carrillo. La sociedad altamirense, considerada como el conclomerado urbano emergente en Tamaulipas, se merece una cultura política, alejada de las clásicas triquiñuelas y golpeteos.
REALIZA EGIDIO GIRA POR EL SUR, ACOMPAÑADO DE ALCALDE
El gobernador Torre Cantú pondrá en marcha el nuevo atractivo turístico, Paseo de la Cortadura en Tampico. El Ejecutivo estatal, entregará numerosas obras de interés social. Al mismo tiempo, se sabe que se busca resolver lo de la salida de los militares de la zona conurbada.
