CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Mauricio y Ana son dos jóvenes padres de familia que cambiaron su hogar en el campo por dormir en el frío piso del hospital, su hija recién nacida necesita una operación y por carecer de recursos se esfuerzan por subsistir mientras es intervenida.
Ana Luisa, de 21 años, es originaria junto con su esposo Mauricio Juárez Flores, de 22, del poblado de Dolores en el ejido de Abasolo, son una pareja humilde que vive de lo que cosecha y hace un par de meses esperaban la llegada de unas lindas gemelas.
La señora platica que al cumplir los 8 meses de embarazo se le complicó y dio a luz en la clínica de Abasolo, fue así que nacieron Mariana y Larisa, debido a su condición prematura tuvieron que ser trasladadas de inmediato al hospital Civil de ciudad Victoria.
Fue así que inició la odisea que ha durado dos meses esta joven familia en la capital, una ciudad donde a nadie conocen y no hallan con quién acudir para pedir ayuda.
Al poco tiempo de ser revisadas por el servicio médico, Mariana fue dada de alta, lamentable Larisa no corrió con la misma suerte.
A la pequeña de días de nacido se le diagnosticó una malformación en el intestino, la cual le impide evacuar, por lo que requiere 2 intervenciones quirúrgicas.
El joven padre platica que desde hace dos meses su pequeña casa ha sido cambiada por la sala de espera del hospital y que no han podido disfrutar de sus gemelas, pues Mariana fue llevada a Abasolo con su suegra mientras que ellos esperan que Larisa mejore.
“Aquí vivimos, aquí comemos, aquí dormimos, aquí pasamos Navidad y Año Nuevo”, relata el padre de familia con tristeza.
La pareja explica que debido al seguro popular el medicamento y atenciones médicas de la pequeña no les han costado nada; sin embargo, batallan para comer, incluso para dormir debido a que carecen de un lugar para hacerlo.
“Comemos de lo que nos regalan, y pues aquí dormimos en el piso a veces con frío”
Es por este motivo que Mauricio y Ana piden a la ciudadanía un poco de ayuda, ya que por no tener trabajo carecen de recursos para cubrir sus necesidades primarias como comer o incluso bañarse dignamente.
Por lo mismo de su carencia no cuentan con algún número de celular; sin embargo, se les puede localizar fácilmente en los pasillos del hospital Civil o al preguntar en la oficina de Trabajo Social del mismo por Mauricio Juárez Flores.




