También era miércoles y el edificio del PRI estatal en Victoria acaparaba las miradas de la mayoría de los periodistas a la espera de noticias sobre el candidato tricolor a la gubernatura, Eugenio Hernández Flores era gobernador y Ricardo Gamundi dirigente del partido, pero aquel 20 de enero de 2010 sí hubo fiesta, porque Rodolfo Torre Cantú había logrado la unidad hacia su figura, sólo con pequeños asegunes, seis años después su partido sigue hecho nudo, con convocatoria pero sin consenso.
Así es mis queridos boes, lo de hace seis años no causó sorpresa, el doctor, para entonces ex diputado federal y ex secretario de Salud, había sido señalado con días, semanas, meses y hay quienes dicen, años de anticipación, siempre fue ‘el bueno’, aunque hubo otros que también suspiraban por la nominación.
José Manuel Assad Montelongo, secretario de Educación; Ramón Garza Barrios, alcalde de Nuevo Laredo; Óscar Luebbert, ex alcalde de Reynosa; Enrique Cárdenas del Avellano, ex líder estatal del PRI y ex alcalde de Victoria; Cruz López Aguilar, dirigente nacional de la CNC y Baltazar Hinojosa Ochoa, ex alcalde de Matamoros, eran entonces los otros suspirantes.
Casi sin chistar, porque la disciplina tricolor por aquellos ayeres era diferente, los que no fueron aceptaron la designación.
Si acaso ‘medio berrinche’ de Enrique Cárdenas que fácil fue sometido y la rabieta de Óscar Luebbert que no asistió al destape, pero fuera de eso el evento de aquel 20 de enero transcurrió sin mayores sorpresas.
«Venimos a anunciar que producto del diálogo entre los sectores y las organizaciones, en aras del fortalecimiento de la unidad, nuestro respaldo será para registrar al doctor Rodolfo Torre Cantú a la precandidatura”, dijo hace seis años la maestra Cecilia Robles, a la sazón dirigente en Tamaulipas del Organismo de Mujeres y a quien le encargaron destapar a Rodolfo.
Los aplausos estallaron, las sonrisas francas y claro las fingidas se dibujaron, porque así se estilaba, el manual tricolor dictaba que de inmediato había que adherirse al abanderado y la mayoría, la inmensa mayoría de los priistas lo hicieron.
Y fue cuando le tocó su turno, que el destapado hizo alusión a lo que hoy parece ausente, la unidad priista.
“La unidad nos fortalece, la unidad nos ha forjado el carácter triunfador, y nos hace mejores para servir», insistió Rodolfo Torre Cantú en su primer discurso ya como precandidato.
Seis años después, en el PRI estatal lo que salió fue la convocatoria, no hubo fiesta porque no hay acuerdos, no hubo sonrisas ni francas ni forzadas, porque las patadas bajo la mesa siguen entre los que quieren ser nominados, los periodicazos y los ataques en las redes sociales no dan tregua ni siquiera para leer tranquilamente el documento que rige desde ayer el proceso de designación.
Hoy los gallos y bien ‘engallados’ son: Baltazar Hinojosa Ochoa, que repite y también como diputado federal, Marco Antonio Bernal que en los tiempos de Tomás Yarrington también quería, Alejandro Guevara Cobos, diputado federal por tercera ocasión, Alejandro Etienne Llano, alcalde de Victoria, Enrique Cárdenas que otra vez anda encanijado como hace seis años, más por cosas del género Paloma Guillén y el pastor del Congreso local Ramiro Ramos.
Son siete, pero parecieran 500 porque en meses no han podido de entre ellos destapar a uno, cada cual cree tener el merecimiento, cada cual presume amarres aquí y allá y todos piensan que los tamaulipecos estamos ansiosos de que nos gobiernen.
Hoy a seis años del destape de Rodolfo Torre, el partido tricolor tamaulipeco sigue en vilo, no hay suficiente dilatación aunque sí muchos dolores.
Se supone que a pesar de lo que dice la convocatoria que en diez días sería el registro de candidatos, eso en el papel, porque se supone que para ese día sólo tiene que llegar uno y ese uno podría ser destapado este fin de semana, hoy se dice que ya que el presidente Enrique Peña Nieto esté de regreso en México.
El documento establece que el 28 de febrero se realizará la convención de delegados para oficializar al candidato y de ahí para adelante.
Las reglas no escritas en la convocatoria establecen que los aspirantes tienen que guardar distancia de los medios y de actos proselitistas por estos días. Una especie de tregua mientras los que tienen en sus manos la decisión eligen al que luego los delegados ‘elegirán’ de manera unánime.
Se sabe que desde hoy los siete estarán casi concentrados en el D.F y que se bañarán con el teléfono en la mano a la espera de la llamada de ‘te sacaste la lotería eres tú’.
El librito dice que el presidente le indicará al Manlio Fabio Beltroles la decisión y que de ahí saldrá la llamada hasta el suertudo, pero antes el mismo dirigente nacional lo comunicara a los líderes de los sectores para que entonces si casi unánimemente salgan con el discurso de adhesión, la lluvia de cebollazos, las sonrisas francas y las fingidas pues de las que hablaba más arriba. Sigamos esperando unos días, ya casi nace el ‘güerco’.
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