6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

Explícanos Pepe

Sol General

Lejos de ese extraño optimismo que percibo hasta en quienes otrora eran los más recalcitrantes críticos de Correcaminos, mismos que ahora tiran cuetes y echan confeti por el empate en Hermosillo, aplaudiendo el paso invicto del equipo naranja, habrá que aterrizar lo acontecido en el juego del viernes y los tres partidos que lleva el torneo.

Ahora sí, tendré que remitirme a aquella frase de mi abuela que con todas las de la ley le tiene que servir como consejo a Treviño Ruiz: “si algo está bien… ¿pa qué le mueves?”.

Con Leo Franco en el once titular, Correcaminos había sumado dos triunfos, Rubilio Castillo había sido una opción de cambio que aportaba algo diferente en el ataque, ni mejor, ni peor, sólo diferente, para que no se malinterprete.

Para el juego en Hermosillo, Treviño prescindió del victorense no sólo en el cuadro titular, sino de la propuesta que iría a hacer ante Cimarrones, pues el canterano de la UAT, ni siquiera realizó el viaje.

Resulta contradictorio que después de reconocer el crecimiento que tiene un jugador profesional en desarrollo, considerarlo para pretemporada donde fue uno de los mejores elementos, sumar dos jornadas en el primer equipo donde hizo bien las cosas, de repente lo pare en seco.

Para aclarar, Franco no se encuentra lesionado, ni nada por el estilo.

El martes en el interescuadras, Treviño aseguró que pese a que habían realizado dos cambios en el trabajo de ese día, con la salida del once inicial de Leo y Mondragón, sólo probaba variantes más no se daría el cambio.

Para el viernes demostró que puro cuento.

Seguro estoy que la afición de Victoria, el jugador y los medios de comunicación a quienes nos vendió un discurso donde aseguró que sólo jugarían los mejores en el equipo, merecemos una explicación sobre la salida de Franco del primer equipo, ya que el sábado vio acción con el cuadro de la segunda división.

¿Por qué tanta importancia?, porque Correcaminos es especialista en acabar carreras, en alimentar ilusiones y esperanzas, en denostar el talento del victorense, sobre todo cuando hay un directivo de nombre Manolo Campo Filizola, especialista en denigrar, humillar y pulverizar al jugador local, cuando es quien debería velar por los jugadores que al equipo de casa le cuesta formar.

No especulemos, pero al momento no hay explicación alguna del por qué Franco Hernández, perdió en el juego pasado su lugar en el primer equipo… ¿Quién nos lo aclara?.

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