ALTAMIRA, Tamaulipas.- Grecia Johana de tan solo 7 años, vivió con un pedazo de vidrio en uno de sus pies durante más de un mes a causa de una presunta negligencia médica, ocurrida en la clínica 10 del Seguro Social que se ubica en la zona centro de Altamira.
A principios de diciembre, explicó su padre, Antonio González Abundis, la menor pisó una bolsa con vidrios y se cortó, fue llevada a la unidad de medicina familiar en donde la suturaron y le dieron medicamento para evitar una infección.
Una vez que le retiraron los seis puntos, «le quedó una costra y pensamos que se le quitaría con el tiempo, luego le salió una pequeña bolita y hace unos días que fuimos al parque me doy cuenta que mi hija cada día caminaba más chueco».
El 16 de enero, empezó a salirle agua con sangre de la herida y el doctor que atiende durante los fines de semana la revisó y les señaló que solo se trataba de un cayo, «nos dijo no pasa nada».
En la noche del pasado domingo la menor ya no podía caminar y la herida se le había infectado, por lo que fue trasladada nuevamente al área de urgencias, a pesar de la gravedad, la niña y sus padres debieron esperar porque el doctor les indicó que tenía varios pacientes por delante, además que solo atendería hasta las 22:00 horas, les recomendó que fueran a la clínica de la Morita, sin embargo decidieron aguantar.
Al revisarla el doctor, éste se dio cuenta de la situación y les mencionó que debían llevarla con carácter de urgente al hospital regional de Ciudad Madero, ahí le sacan radiografías y el encargado de éstas les confirma que la niña trae un vidrio enterrado. Se las entregó para que el enfermero del área de pediatría las observara, no obstante éste último les dice que su hija no trae objeto alguno, sino que se trata del «hueco que había dejado la pus», a su vez se lo notifica a la doctora quien no dejó de comer su torta y que por tal motivo no checó las placas, solo le hicieron curaciones.
El miércoles, Grecia es llevada a la clínica 10 en donde es revisada por el doctor del consultorio uno, solo le cambiaron las vendas, pero para la tarde de este jueves cuando en su casa le hacían limpieza de la cortada, se percatan que una parte del vidrio ya estaba afuera.
Los papás acudieron junto con una vecina a la unidad de medicina familiar 10 del IMSS, pero al ver que no los atendían decidieron ir a la clínica del DIF Altamira en donde lograron sacarle el vidrio. Toda esta situación tiene inconforme a la familia, ya que las complicaciones pudieron ser mayores.




