Se han dado a conocer las cifras respecto al último trimestre del crecimiento de la economía mexicana, datos sobre desempleo y en relación al nivel de precios. En todos estos indicadores macroeconómicos se muestra un resultado de mejora, contradiciendo toda expectativa de que la economía nacional entraría en una dinámica recesiva, se incrementaría el desempleo y el nivel de precios aumentaría. Así que los resultados mostraron una tendencia contraria a la esperada.
Aunque del tercer al cuarto trimestre de 2015 se nota una ligera desaceleración en el crecimiento económico, éste se ubicó en una tasa de 2.5 por ciento, de los más altos en este sexenio, coincidiendo con una de las tasas de desempleo más bajas de 4.2 por ciento.
Por otro lado, el comportamiento de los precios en el país se ha mantenido en una trayectoria constante, principalmente tiende a decrecer marginalmente convergiendo a niveles de 2 a 2.5 por ciento, una de las inflaciones más bajas de América Latina y en el mundo. La inflación reportada para el mes de enero es menor que la del mes inmediato, y de forma acumulada creció pero manteniéndose en niveles de 2.61 por ciento, un nivel bastante bueno.
Ahora bien, comparando con el mismo mes del año anterior, es decir, enero 2015, se observa que la inflación es mucho más alta en enero 2016, ya que incluso en el mes de enero de 2015 se observó una deflación de .09 por ciento, mientras que para enero 2016 la inflación fue de 0.38 por ciento.
Bajo este último contexto, es probable que si los precios continúan ubicándose por arriba de la inflación de los mismos meses del año anterior, ésta alcance un nivel acumulado cercano al 4 por ciento para finales de año, lo cual preocupa al Banco de México, por ello su intervención de controlar las variaciones del tipo de cambio a través de mecanismos como la tasa de interés y la subasta de dólares.
Lo más interesante de estos resultados es que la mayoría de los economistas no esperábamos este resultado tan positivo para la economía mexicana, sobre todo por los efectos que los precios del petróleo han generado en México y en el mundo, los cuales han provocado que el tipo de cambio pesodólar se deprecie de manera continua, y eso ha sido un fuerte golpe en la captación de divisas extranjeras, dado que la venta de petróleo, tanto en valor monetario como en producto, ha caído significativamente.
Esta menor captación de divisas ha provocado una crisis transitoria en el sector energético del país, reflejándose en la menor captación de recursos por parte del gobierno, lo que le ha llevado a tomar medidas severas tales como recortes presupuestales, despido de funciones federales y el incremento de deuda pública a largo plazo.
Ante un escenario como el descrito, se esperaría que el nivel de desempleo creciera, dado que el estado al ser componente fundamental en el crecimiento económico su crisis tendría que reflejarse en la dinámica económica, creciendo a un menor ritmo y generando desempleo.
Los movimientos del tipo de cambio en el último año y medio han provocado que éste se incremente en alrededor de casi 6 pesos, sin que se refleje en el comportamiento real de los precios.
Lo anterior nos demanda un análisis económico más profundo para identificar lo que provoca que la macroeconomía muestre indicadores tan favorables y que no concuerda con la percepción del ciudadano, del empresario y hasta del mismo gobierno, quienes cada día toman medidas más austeras. Usted ¿qué piensa?