CANCUN, QR.- Después de un largo juicio que incluyó dos amparos, dos quejas ante tribunales colegiados, la unión y empeño de varias ciudadanas, se ordenó al gobierno municipal de Cancún el desalojo de la iglesia “San Pablo Apóstol”, ubicada en la Región 200 de esta ciudad.
La lucha de los vecinos del parque urbano comenzó en 2010, durante el periodo en que Gregorio Sánchez Martínez fungió como alcalde, seguido de Latifa Muza, quien lo suplió cuando Sánchez pidió licencia para contender a la gubernatura de Quintana Roo y luego ser detenido y encarcelado; prosiguió con el suplente electo de “Greg”, Jaime Hernández, y se prolongó en los mandatos de Julián Ricalde y Paul Carrillo.
“La lucha de estas mujeres inició en 2010. Entramos a asistirlas como ‘Ombligo Verde’ en 2013. Es un juicio de mucha trascendencia. El ayuntamiento de Benito Juárez se defendió con todo, pero perdieron y la idea es que desalojen y se derribe la capilla”, indicó el presidente de la agrupación, Tulio Arroyo Marroquín.
El activista narró que la Prelatura de Cancún-Chetumal fue invadiendo poco a poco el Parque de la Región 200, habilitando un toldo, una palapa improvisada, hasta extenderse, ganar terreno y construir una capilla que luego fue iglesia.
Las vecinas se ampararon y el gobierno municipal se negó a dar respuesta a la demanda; recurrieron a un juzgado. El Ayuntamiento respondió que ignoraban la situación de la capilla y la jueza consideró que el juicio quedaba sin materia.
Las ciudadanas interpusieron un recurso de queja ante un Tribunal Colegiado y éste ordenó a la jueza readecuar su fallo.
Fue así que la Jueza Tercer de Distrito, Ana María Nava, dio tres días –plazo que venció ayer viernes- al ayuntamiento de Benito Juárez, para que el síndico, Guillermo Brahms, inicie el desalojo de la iglesia.
“A partir de este fallo, todos los demás ciudadanos que deseen recuperar su parque y sacar a la Prelatura lo van a poder hacer. Hay como 100 casos y el modus operandi de los Legionarios de Cristo siempre es el mismo. Llegan con palos y lonas, se van extendiendo y cuando ves ya es una capilla y luego una iglesia”, dijo Arroyo Marroquín.
“Es una vergüenza que manejando tanto dinero, nunca compran ningún terreno, siempre tienen que estarle robando los espacios públicos a la ciudadanía, con la complicidad del Ayuntamiento, que en vano tiene un supuesto programa de Rescate de Espacios Públicos. Es una burla”, sostuvo.