LO CLARO. La productividad, es inherente a la vida pública, económica, académica. Incluso a la familiar.
De modo tal, que las metas trazadas en el campo de la economía, alcancen sus mejores rendimientos, cuando la planta de trabajo; aunado al capital y los suministros materiales, sea óptima en tiempos y movimientos.
Así igual, en la vida pública. Los despachos de asuntos que el gobierno municipal, estatal y federal atiende de la población en general, deben ser cuantificados a modo de saber su grado de rendimiento y de atención en calidad a la sociedad.
En el caso del Congreso Estatal de Tamaulipas, los diputados locales y su presidente, han determinado que un factor indispensable para observar, es la productividad legislativa.
La cantidad de enmiendas y propuestas que deben legislarse, son de alto valor el poder cuantificarles.
Y han manifestado en reciente acuerdo, el duplicar el esfuerzo para desahogar los asuntos municipales y estatales que deben llevar el aval congresal.
De modo que no exista rezago legislativo en acciones como iniciativas de reformas a la ley de vivienda; de salud, al Código Municipal, a la iniciativa para declarar a la Cuera Tamaulipeca como patrimonio cultural estatal, entre otros.
De esta manera, la ciudadanía tiene la posibilidad de ‘medir’ la capacidad de resolución del aparato legislativo que le gobierna y en su momento, manifestarle su aprecio al trabajo realizado o señalar el atraso, según el caso.
LO CLAROSCURO. Los enemigos del hombre, que ya no existen en el mundo: viruela (soy un sobreviviente), malaria, lepra, tracoma –llevaba a la ceguera-, sudoración patológica (una fiebre repentina que causaba la muerte en pocas horas); la clorosis (una forma de anemia); el escorbuto –ausencia de vitamina ‘C’- y otra enfermedad extraña: “railway spine” o debilidad espinal ferroviaria. Que atacaba a las damas que usaban corsés con alto contenido de ‘alambres’ que ceñían a aquellas que viajaban largas horas en ferrocarril.
Enunciar los que antes fueron enemigos comunes del hombre, viene a colación por la alta atención al bienestar común -así lo llama la bioética- que ha sido conseguido por la eficiencia en las investigaciones científicas que el mismo hombre ha desarrollado para eliminar los agentes patológicos que antes causaban la muerte.
Hoy, otros enemigos de la misma naturaleza han sido neutralizados al punto de su desaparición.
La Poliomielitis –que aún existen grandes cicatrices en personas flageladas por este mal- con aportaciones de la sociedad, como la que encabeza la fundación de Bill y Melinda Gates, en apoyo a los Clubes Rotarios de todo el mundo, han dado la oportunidad a las nuevas generaciones a erradicar de su infancia este mal degenerativo.
Así, hoy sabemos que el Ébola no será más un enemigo frontal, del que se temía incluso la mención del nombre.
El éxito de la probada vacuna en humanos, ha limitado su presencia a atacar sólo a la especie de gorilas y chimpancés. Sobre los que se trabaja en su control.
Mucho se ha avanzado en el control de los verdaderos enemigos del hombre, los agentes externos que pretenden ‘vivir de nuestros cuerpos’. Pero las nuevas condiciones de vida y las adaptaciones a las rutinas diarias, dan espacios a que también otros visitantes vean con apetito, la posibilidad de ‘cambiar de piel’.
Y así, el ‘Lyme’ es una enfermedad incapacitantes que causan las garrapatas; el zyka, que llegó a México para quedarse, dentro del mismo mosquito que antes sólo transportaba dengue; y muy pronto escucharemos de forma repetitiva, acerca de la melioidosis, una infección presente en Asia –ligada a los campos sembrados de arroz y aguas estancadas- que ataca al hombre causando neumonía y hasta una septicemia fatal. Su grado de avance ha sido de 165 mil casos anuales y 89 mil mortales. Y no tarda…
Nuevos enemigos. Adiós a los viejos…
Mucho talento que deberemos pedir a los profesionales de la salud y a los responsables sanitarios de nuestro país. ¡Y orar!
COLOFON. ¿Yo? ¡Bah! No me preocupo. Sólo hay qué llamar a Mr. Calderón y sus fórmulas salvadoras vs H1N1 y lo que venga…
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro