El próximo domingo iniciarás la carrera a la gobernatura por el estado de Tamaulipas y se prevé una gran agitación en torno a ello, por lo que los ciudadanos estamos preparados para ver cualquier situación, incluso aquellas que rebasen la legalidad por los forcejeos que se dará entre los grupos locales, regionales y de índole incluso nacional en este próximo proceso.
Hay quien dice que las cosas están garantizadas dadas para que el proceso tenga una consecución donde todos los partidos casi casi se declaren hermanos y no pugnen por que sus intereses puedan prevalecer después de la fecha del sufragio.
Dicen que por el simple hecho de que hay un amplia gama de posiciones partidistas, no podría concentrarse la lucha electoral entre los tradicionales oponentes que siempre se han distinguido en el estado (PRI y PAN), y que las bravatas de algunos candidatos son meras desplantes escénicos para ganar algún porcentaje de las preferencias.
Definitivamente no podemos decir que por el simple hecho de participar varios candidatos por la gobernatura no se llegue a polarizar las posiciones entre los electores, la realidad es mucho más compleja que ese simple planteamiento , porque además de considerar el factor de la calidad de cada partido, hay que analizar el de cada uno de los candidatos y el ingrediente determinante que significa -y que cobra cada vez mayor vigencia- la participación ciudadana.
Pero aquellos que señalan que no habrá esta polarización se olvidan que además de la influencia partidista, ya no es suficiente para poder repartir de forma “civilista” el poder entre los partidos llamados “nacionales”, sino existen elementos innovadores dentro de la ley que pueden ser determinantes en el juego político electoral que se vislumbra en Tamaulipas.
El primer elemento a considerar es la situación de las instituciones políticas existentes, ingrediente que ya ha sido enunciado por los analistas, donde se quedan cortos al mencionar solo “la amplia gama de posiciones” y no consideran el arraigo de cada uno de ellos tiene en la sociedad tamaulipeca.
De plano podemos decir que los partidos que deberían de ser oposición real al régimen, como son el PRD, Morena, Movimiento Ciudadana y PT es decir, partidos de izquierda en Tamaulipas, se encuentran en niveles muy bajos de preferencia, dado que se han concentrado en la lucha interna de sus tribus, autodestruyéndose y han quedado sin construir estructura, con trabajo político y social entre la ciudadanía, lo que los hace solamente partidos contestatarios y poco organizados.
Estos finalmente se pliegan a la dinámica de los partidos dominantes en cada elección y de cada gobierno en turno. El Partido Encuentro Social es aún incipiente y demuestra debilidades de organización importantes.
En general los liderazgos de los partidos son todavía regionales a excepción del PRI con sus aliados satélites (Panal y PVEM) y en menor mediada el PAN, por lo que este último se ubica como el partido a vencer por parte de la coalición.
Otro de los componentes que faltó en el análisis es la calidad de los candidatos y es ahí donde mencionaremos a cada uno de los contendientes para que usted mismo valore lo que representan cada uno de ellos: PAN con Francisco Javier Cabeza de Vaca; el PRI-PVEM-PANA, Baltazar Hinojosa Ochoa; el PRD con Jorge Valdez; el MC con Gustavo Cárdenas González; el PES está Abdies Pineda; de Morena, Héctor Martín Garza; el cadáver del PT está Armando Vera García y el candidato Independiente, Francisco Chavira Martínez.
Fuera de Baltazar Hinojosa Ochoa, quien ha sido un político con larga vida, vigente tanto en la función pública como en la partidista y en menor medida, el exsenador Cabeza de Vaca, son quienes por su propia personalidad, tienen la posibilidad de que las preferencias electorales de la ciudadanía apartidista se centre en ellos.
Pero el factor fundamental y que se menosprecia por los algunos analistas es la participación activa de la ciudadanía. Esta de darse, si podría dar un equilibrio al proceso y vendría a ser quien, se quiera o no, definirá el destino de cada fuerza política y candidato.
Si el abstencionismo prevalece sobre el proceso, es que definitivamente ninguno de los candidatos tuvo el programa y los planteamientos suficientes para convencer a el electorado, generándose entonces el enfrentamiento electoral de las estructuras de cada partido participante, por lo que seguramente ganaría la más solida.
Pero en el caso contrario, tendríamos que prepararnos a ver grandes sorpresas en diferentes localidades del estado, independiente de que el resultado beneficiara a la transición política o una confirmación fehaciente de las políticas hasta ahora gobernantes en el estado, la decisión lograría una legitimización muy importante con una nutrida participación de la gente en las urnas… Bueno, eso decimos nosotros… Pero usted… ¿Cómo ve?
La ojeadita….
Quedó Vero Salazar como la candidata del PAN en Matamoros… pero ¿podrá dormir con el enemigo sin salir perjudicada en esta unidad a ultranza?…