– Ahora soy el “Gorrión de la Mainero”. Ando en la onda grupera, y le pego macizo a la cumbia, al vallenato y al reggaetón.
– Pero ¿cómo es posible, mi licenciado?. Usted con ese acordeón. ¡No puedo creerlo!.
– Así es, mi Gurú, son vueltas que da la vida, zangoloteos de la fortuna y cuchilladas traperas que nos dan los amigos.
– Pero usted ha sido siempre “cuatacho del alma” de Peña Nieto.
– Pues sí, desde muchachos fuimos como hermanos pero hace días, después de 30 años de amistad sincera y sin recámaras, me tiró al piso.
– Oiga pero qué cosas tan graves dice usted. En todas partes se comentaba que usted era el “amarrado” para la Alcaldía de Victoria. Todos los chismosos del pueblo lo repetían. Me acuerdo que platicamos hace un mes y usted me dijo: “ahora sí se hizo de mulas Petra, mi Gurú. Ya nos pelaron los dientes las calaveras”. Estaba usted segurísimo de que contaría con el apoyo del “Hombre” para llegar a la Alcaldía.
– Pues sí, así parecía, pero a los amigos políticos sólo los conoce uno hasta que están en el poder. De repente creció y creció, y los quise seguir, pero me dejó en la banqueta. Ya lo enterré para siempre.
– Oiga, pero es la más costosa inversión de toda su vida. No puede terminar así. ¿Por qué no habla con él?.
– Quise verlo en Los Pinos y me sacaron a empellones. Traté de entrevistarlo y nunca tuvo tiempo para recibirme. Y lo que nunca le voy a perdonar, es que me mandó decir por la lengua de un rufián miserable, que “el señor no me sentía su candidato para la Alcaldía de Victoria. ¡Imagínese usted!, después de tantos años de una lealtad derecha, perruna y sin tosferina. ¡No hay derecho!.
– Qué terrible decepción ha sufrido usted. Yo no soportaría tanto dolor. Y pensar que la grilla ha sido su vida y religión. Parecía su destino, por lo menos hasta 2020.
– Pues sí, así parecía, mi Gurú, pero ente la traición y el abandono de los amigos me aventé ya otro rollo. Ahora ando en la onda grupera. Pienso superar a los “Tigres del Norte”, “Los Temerarios”, “Ramón Ayala” y “Bobby Pulido”. Mi representante artístico tiene tanta fe en mí, que ya me bautizó con el nombre de “El Gorrión de la Mainero”, y el acordeón me lo carga Raúl, “el chiquilín” Ramírez.
-¿Y qué música interpreta usted?.
– Pues le entro a todo, pero lo que más me piden son: boleros, cumbias, vallenatos, quebraditas y reggaetón. ¡Hace días debuté en una fiesta de Gustavo Cárdenas y le canté esa canción que dice: “vende caro tu amor, aventurero…”.
– ¿Y cuáles son sus próximos planes?.
– Pues ando organizando un nuevo conjunto de música grupera para presentarlo en la próxima “Cabalgata de las Huastecas”, y pienso invitar como primeras voces a Leticia Salazar, Pancho Cabeza de Vaca y al “Peje” López Obrador. Con ellos voy a cantar y bailar en el cierre de las campañas políticas y en cabalgatas. He descubierto que las vacas y los caballos tienen más sensibilidad que los políticos, y les encanta el ruido de mi acordeón y mi “taconeyo”.