Están en marcha las campañas previas a los comicios en trece estados de la república, entre ellos Tamaulipas, en los que se elegirán gobernador, ayuntamientos y diputados locales, en lo que es y será seguramente durante casi dos meses, una feria de promesas de cambio y de pronósticos de felicidad para la ciudadanía. Pero se están dando varios acontecimientos que debieran hacernos reflexionar sobre dónde en realidad estamos parados y lo que podemos esperar de las nuevas autoridades. Veamos.
Un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos señala sustancialmente que “la sociedad cada vez espera menos y desconfía de las instituciones”. “La pobreza, los niveles de desigualdad imperantes, así como los niveles de violencia e inseguridad y carencias, son realidad que trasgreden toda lógica de un estado democrático y social de Derecho”, dijo el ombudsman LUIS RAÚL GONZÁLEZ para rematar “Son muchas las asignaturas pendientes, las demandas no atendidas y las expectativas no resueltas”.
Esos flamígeros señalamientos hacen recordar el inolvidable discurso de LUIS DONALDO COLOSIO en el que afirmó que “Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la impunidad y a la corrupción”. “Yo veo un México agraviado por la distorsión que imponen a la ley quienes deberían servirla. Veo un México con hambre y sed de justicia”.
Pero lejos de que sus palabras encontrarán eco en el sistema político, lo que encontró eco fue el sonido de las balas que acabaron con su vida en un populoso barrio de Tijuana poco tiempo después de ese atrevido mensaje que desnudaba una ficción de prosperidad manipulada por el entonces presidente CARLOS SALINAS DE GORTARI que presumía que el nuestro era un país de primer mundo.
Han pasado muchos años desde aquel descarnado diagnóstico de la realidad nacional. Han transitado por el gobierno de la república lo mismo priístas que panistas en lo que fue una esperanzadora
alternancia. Pero ahora vemos que todo sigue igual si nos atenemos a lo expuesto por la CNDH. Seguramente si resucitara, LUIS DONALDO volvería a pronunciar sus mismas críticas. Así que los dizque homenajes que se hacen en su memoria no son sino desahogo de conciencias.
Y ahora sale a la luz pública otro escándalo en el que se ven involucrados personajes de resonancia mundial, entre ellos varios mexicanos.
Según una revelación de un periódico alemán avalada por una sociedad internacional de periodistas, una firma con sede en Panamá ayudó a crear empresas fantasmas para ayudar a políticos, gobernantes y prósperos empresarios a desviar grandes capitales hacia paraísos fiscales para evadir impuestos o para encubrir el origen del dinero.
Y mire usted que entre esos ingeniosos hombres de negocios estaría ARMANDO HINOJOSA CANTÚ, un contratista originario de Reynosa, Tamaulipas y consentido del hoy presidente ENRIQUE PEÑA NIETO desde que era gobernador del Estado de México, quien habría escondido 100 millones de dólares mediante complejos mecanismos financieros para librarse del pago de impuestos en México.
Es el mismo que financió la famosa “Casa Blanca” de la primera dama del país, ANGÉLICA RIVERA y otra nada menos que al encargado precisamente de recaudar los impuestos, el secretario de Hacienda LUIS VIDEGARAY.
En los documentos filtrados sobre las irregularidades financieras se encuentran también el presidente ruso, VLADIMIR PUTIN, jeques árabes y hasta figuras del medio artístico como la mexicana EDITH GONZÁLEZ.
La revelación ha sido una auténtica bomba, al grado de que el primer ministro de Islandia, involucrado también en una empresa panta- lla dedicada a administrar fraudulentamente millones de dólares de su esposa, fue obligado a renunciar por la presión popular de esa Nación.
¿Habrá alguna acción en nuestro país para investigar fielmente la posible evasión fiscal del presidente del grupo HIGA y exigirle cuentas en caso de que sean ciertos los señalamientos hechos por el grupo de periodistas internacionales? El gobierno mexicano se encuentra ante otro dilema de alcances mundiales.
El secretario de Hacienda ya anticipó que el año próximo habrá otro reajuste por 175 mil millones de pesos en el presupuesto federal, que aunados a las correcciones del actual ejercicio, inevitablemente incidirán en el gasto público que es el principal motor que mueve la economía nacional.
Recuérdese también que Petróleos Mexicanos está prácticamente en bancarrota, y ha tenido que recurrir al endeudamiento externo para pagar a sus proveedores. Y para colmo en el mismo asunto de Panamá es mencionado nada menos que el ex-director de la máxima industria, EMILIO LOZOYA.
Así que en estos tiempos de campañas políticas en las que todos los partidos sin excepción ofrecen cambiar el estado de cosas, como ocurre cada vez que se aproximan elecciones, bien vale detenerse a pensar, a la luz de lo que está pasando, sobre dónde estamos parados verdaderamente los mexicanos.
LUIS DONALDO COLOSIO ayer y la Comisión Nacional de Derechos Humanos hoy, dan testimonio de que la desigualdad, la injusticia, la corrupción y la impunidad siguen siendo elementos constantes en un México agraviado. Y eso no lo decimos nosotros, lo afirman quienes supuestamente tienen los pelos en la mano para decir que la burra es parda.