NAUCALPAN, México.- “Cocula es un basurero de restos humanos, pero no hay pruebas científicas que demuestren que nuestros hijos están ahí”, señalaron padres de siete de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, en un encuentro con alumnos de la FES Acatlán de la UNAM.
La versión de la Procuraduría General de la República (PGR), dada a conocer el 1 de abril por el doctor Ricardo Damián Torres, afirmó que “derivado de múltiples análisis practicados se puede concluir que existe evidencia suficiente, incluso observable físicamente, para afirmar que sí existió un evento de fuego controlado de grandes dimensiones en el lugar denominado basurero de Cocula”.
Frente a esta versión, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) subrayó que según muestran las imágenes satelitales de diversos años anteriores al 2014, en el basurero de Cocula hay registro de múltiples eventos de fuego, que coinciden con la zona principal de quema donde la PGR y el Equipo Argentino de Antropología Forense recolectaron restos óseos humanos.
Entre los restos de al menos 17 personas encontradas en Cocula, según informó la PGR, se encontró una mandíbula y una prótesis dental de la misma, que no pertenecen a los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, porque ninguno de ellos tenía ese tipo de arreglos odontológicos, puntualizaron los padres.
Cocula se convirtió en un tiradero de restos humanos, y sólo en Iguala la PGR ha registrado la desaparición de cerca de 300 personas en los últimos cinco años, de acuerdo al dictamen de los antropólogos forenses, señalaron los padres que han buscado por año y medio a sus hijos.
“Hasta hoy no hay ninguna identificación de los 43 estudiantes desaparecidos, en los restos recuperados del basurero de Cocula”, reiteraron los campesinos, que recorren instancias federales e internacionales para exigir que no cese la búsqueda de sus hijos.
Los únicos resultados genéticos positivos emitidos por el laboratorio de Innsbruck, corresponden a una pequeña muestra que provino de una bolsa que la PGR dijo haber recuperado del río San Juan en Cocula, señaló la comisión de padres de familia.
“No hemos recibido dinero ni de grupos de delincuentes como ‘Guerreros Unidos’, ni del gobierno”, enfatizaron los padres, que entre jóvenes de la FES Acatlán reiteraron su esperanza por encontrar a sus hijos que hoy tendrían en su mayoría entre 19 y 24 años de edad, tras su desaparición el 26 de septiembre de 2014.