EL MANTE, Tamaulipas.- La emisión del listado nominal bajo el cual se votará en los comicios del próximo 5 de junio, arrojó el hecho de que entre 2010 y 2016, El Mante perdió poco más de 6 mil electores, lo que es producto de la elevada migración que se sigue dando en el campo y la ciudad, afirmaron organizaciones de comercio y campesinas.
De acuerdo a datos estadísticos del Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas, en 2010, se votó bajo un listado de 91 mil 286 electores, cantidad que para el proceso del mismo tipo pero de 2013, disminuyó a 89 mil 878 votantes y ahora, para la elección 2016, cayó hasta los 87 mil 221 electores.
En total, el listado nominal para la presente elección, disminuyó 4 mil 65 electores respecto al mismo documento bajo el que se votó en 2010.
En comparación, el listado nominal de ciudades como Victoria, subió de 213 mil 061 en 2010 a 237 mil 628 electores para 2016.
La iniciativa privada, afirma que este fenómeno de baja en el listado electoral, no es otra cosa más que el reflejo del fenómeno de la migración, que obliga a jefes de familia a salir de El Mante, ante la falta de oportunidades de desarrollo.
El gerente de la Canacope en El Mante, Juan Álvarez Cedillo, dijo que el municipio sigue perdiendo población, pues esta se va a buscar mejores oportunidades para sus familias y ante la falta de empleo principalmente.
Señaló que anteriormente, los padres de familia migraban para encontrar un trabajo y desde la ciudad en donde estaban, enviaban recursos económicos a su esposa e hijos; sin embargo esto ha sufrido una transformación y actualmente quien se va, lo hace con todo y familia.
“La migración la vemos todos los días, son principalmente personas que no tienen un trabajo y que se van a buscarlo a otro lugar, pero se llevan a toda la familia, no se van solos como lo hacían antes”, afirma.
En ejidos ya no solo migran a Estados Unidos
Por su parte, la organización de mujeres campesinas que preside Narcisa Cepeda, afirmó que en el campo, la migración sigue imparable y se da principalmente hacia otras ciudades de la entidad o estados de la República y ya no solo hacia Estados Unidos.
Dijo que los jóvenes que se van del campo en busca de mejores oportunidades, tienen la mayoría de las veces como “primera parada” municipios fronterizos como Reynosa, Matamoros o Nuevo Laredo, además de Monterrey y su zona metropolitana en el vecino estado de Nuevo León.
Sin embargo, dijo que más allá del destino que estos jóvenes tengan ante la falta de oportunidades laborales, el asunto es que se siguen yendo y dejando con menos pobladores a muchos de los ejidos de las zonas temporalera y cañera.
“Siguen migrando, porque no tienen de qué vivir, no hay en dónde trabajar y si se quedan en sus ejidos solo lo hacen a sobrevivir, a subsistir y no a tener una mejor vida”, dijo.
