19 diciembre, 2025

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Hacen del captar la luz todo un arte

Con el paso del tiempo la digitalización y portabilidad de las cámaras fotográficas creó un ejército de aficionados captando imágenes, pero son aquellos artistas de la lente los que vivieron la experiencia completa

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El arte de capturar la imagen, con los colores reales, las formas exactas y el ángulo casi perfecto que impida la intervensión digital en una fotografía, mantendrá vigentes a los artistas de la lente como Gerardo Renero Hernández, don Juan Nava, Américo Gracia, María Elena Terán, Salvador Rivas, (El Piri), Javier…, Vicente Ballinas, Ramón Alí, entre otros.

Aún hay formas de diferenciar a los fotógrafos profesionales de la oleada de aficionados que se formaron en la era digital.

Gerardo Renero, es uno de los fotógrafos victorenses que una vez descubrió cómo hacer arte siguiendo la luz e hizo de su arte, el tierno guardián que hace cautivo al tiempo de la primer sonrisa del bebé, la promesa de amor, las tres generaciones y los paisajes.

«Yo creo que todavía se puede distinguir entre el fotógrafo aficionado y el fotógrafo profesional, he visto fotografías ahora con los candidatos, observo las luces mal posicionadas, los colores en el fondo mal utilizadas. Justo ahí es donde comienza a haber esa separación entre el fotógrafo y el aficionado o aquel que comienza a hacer «pininos», contra aquellos que ya han ido a cursos nacionales e internacionales», explica Gerardo Renero.

Y es que tener una cámara no hace al fotógrafo, el secreto está en ser fiel a la luz, seducirla, para manejarla y luego a través de ella generar mensajes con la simple imagen y las diversas posturas.

«Con cualquier cámara puedes hacer una excelente fotografía, pero si tu cámara barata te puede dar para comprar mejor equipo, creo que lo vas haciendo con gusto porque te apasiona. No es nada más grabar la imagen, sino buscar los mejores ángulos, los fondos, y los que ven esos detalles son los que ya tienen experiencia, los que la van haciendo con la vida», explica Gerardo Renero, quien comenzó a trabajar como fotógrafo profesional en el año 1992 en la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).

Entonces el joven ingeniero que comenzaba a laborar en una oficina de gobierno, llevaba un conocimiento agregado, la fotografía, que le permitió a Tamaulipas documentar las gráficas y parcelas de su extensa área rural.

Años más tarde vivió el proceso de transición entre la fotografía análoga y la dígital…

«Para mí fue excelente, ahí tengo la impresora que no la puedo vender ni regalar. Antes te llevabas en componer una foto un tiempo, te metías al laboratorio en blanco y negro, ahora la revisas en el momento en que la vas a tomar, corriges más luz, menos luz, el encuadre no me gusto, lo puedes corregir también en ese rato. Siento que la gente nueva que está en la fotografía aprende más rápido no les ha costado lo que nos costó a nosotros, que tomábamos la fotografía y a ver cómo sale. Y tal vez los nuevos aprenden rápido, pero les falta equivocarse como nosotros, a veces los veo con su cámara reflex digital, pero no saben ver el fondo ni saben encuadrar y no tienen el valor de corregir posturas en las personas, decir que el maquillaje con flash hará más blanco el rostro y sobretodo arrancarle la sonrisa para tener una imagen espontánea».

Yo no hago foto de identificación, pero siento que es muy metículoso. Entonces creo que aún habrá mucho tiempo de diferencia entre el fotográfo aficionado y el profesional. Si me preguntas ¿quién es fotógrafo profesional?, aquel a quien haya hecho la vida fotógrafo profesional».

Y Gerardo Renero lo era desde niño con una cámara de rollo 126. Cuando creció la fotografía lo volvió a encontrar con un equipo Nikon, que pertenecía al padre de un amigo. «Esa cámara de 1972 la considero mi primer cámara, cuando el padre de mi amigo se iba a deshacer de ella, yo se la pedí y ahí la tengo. En 1981 cuando pude decidir me quedé en Victoria y eso también es garantía, si vienen y me buscan aquí estoy, me quedé en el pueblo».

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