GUADALAJARA, Jalisco .- “Puede ser la próxima semana, puede ser el próximo año”, respondió Tiger Woods cuando le preguntaron sobre su regreso. “No sé”.
La última vez que el golfista estadounidense y ex número uno del mundo participó en un torneo oficial del PGA Tour fue en agosto del 2015 y juzgando por sus recientes actuaciones en público, Woods estaría lejos todavía, como él mismo indicó.
Como parte del Quicken Loans’ Shot for Heroes Challenge, en el día de medios del torneo que lleva el mismo nombre, Woods hizo tres golpes de exhibición a una distancia de 102 yardas de la bandera. Los tres impactos del estadounidense se fueron directo al agua, quedándose corto del green en cada uno de ellos.
Entre cada uno de sus intentos, Woods hizo estiramientos de espalda, zona donde se ha realizado dos cirugías en los últimos meses, mientras hacia algunos gestos y sonidos de dolor, mismo que le ha impedido regresar a la máxima gira de golf profesional, y en este caso, hacer un golpe preciso aunque se tratara de una exhibición solamente.
“He estado practicando en mi casa. He progresado bien. Espero jugar. Pero no sé si podré hacerlo”, agregó Woods.
El estadounidense también comentó que su rutina de entrenamiento ha cambiado bastante a raíz de las operaciones y que probablemente nunca regrese a ser como antes, cuando corría de 5 a 6 millas por día, o practicaba diferentes aspectos de su juego entre 8 y 12 horas diarias.
Una de las mayores motivaciones para Tiger es llegar al récord de Jack Nicklaus, quien tiene 18 victorias en “Majors” por 14 de Woods.
“Su marca de campeonatos de “Major” todavía está al alcance. Ya lo pasé en victorias regulares”.