18 diciembre, 2025

18 diciembre, 2025

La justicia por muerte de Jano nunca llegó…

El caso del adolescente que perdiera la vida por mano de sus compañeros que cimbró a Ciudad Victoria y al país entero, no paso de ahí, ya que sigue estancado: alumnos y maestros involucrados no tuvieron consecuencias penales, sólo administrativas

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Un día como hoy, hace dos años, un juego fatal dejaba en coma al estudiante Héctor Alejandro Méndez Ramírez, quien víctima de bullying fue diagnosticado con muerte cerebral. Desde entonces las denuncias por acoso escolar se han incrementado, pero la justicia no ha llegado para la familia de «Jano».

El 18 de mayo de 2014 Héctor Alejandro ingresó al Hospital Infantil de Ciudad Victoria por traumatismo craneoencefálico, provocado por cuatro de sus compañeros de la secundaria general número siete «Eleazar Gómez», que lo azotaron contra la pared en un juego llamado «columpio». Dos días después, el 20 de mayo, los médicos declararon a «Jano» muerto.

En lo legal, el caso sigue estancado, tanto los alumnos como maestros involucrados no tuvieron consecuencias penales, sólo administrativas. Los niños fueron cambiados de escuela y la maestra Serna Muñiz fue dada de baja de la Secretaría de Educación.

Aquel día miércoles, Héctor Alejandro acudió a la secundaria ubicada en la colonia López Mateos. El estudiante del turno vespertino tomó sus clases, pero en la última, la de español, cuatro compañeros lo empezaron a molestar, por lo que pidió auxilio a su maestra, pero éste nunca llegó.

El niño fue tomado de brazos y piernas, para balancearlo y después tirarlo contra la pared del salón, una práctica que los estudiantes llaman «el columpio». Pero un intento no fue suficiente, los niños repitieron la acción, pero ésta vez lo lanzaron contra la pared, y después rebotó en el concreto, así le contó a su mamá Rebeca Ramírez Rojas, para Expreso.

«Estaba la maestra revisando unos cuadernos y unos niños, cuatro, agarraron a mi hijo y le hicieron el columpio, que es agarrarlo de pies y manos, mecerlo y aventarlo. La primera vez no pasó nada, él le dijo a la maestra: ‘maestra apláquelos, dígales que ya no me molesten, que ya no me lastimen’, la maestra no le hizo caso, siguió revisando sus cuadernos».

«Le hicieron de vuelta el columpio, él le gritó a la maestra para que lo soltaran. En esa segunda vez lo mecieron más fuerte, lo soltaron, y fue y retachó contra una pared y el piso. A mi hijo se le hizo un coágulo en el cerebro, mi hijo llegó con traumatismo craneoencefálico, grave. Ninguna maestra, ningún directivo, ningún prefecto me lo llevó a mi casa, sólo esperaron a que sonara el timbre».

La hermana mayor de Héctor, Emma Rocío, acudió a la secundaria para recogerlo, y aunque pidió auxilio para llevarlo al hospital, sólo recibió un raid a su casa.

Una vez en casa, y sintiéndose mal, los padres de «Jano», Rebeca Ramírez Rojas y Francisco Javier Méndez Vargas, lo llevaron al Hospital Infantil, donde permaneció un par de días hasta que el diagnóstico de muerte cerebral fue confirmado.

«El tiempo que se tardaron en atenderlo en la secundaria, luego de llevarlo a la casa y luego al Seguro, fue tiempo valioso que se perdió».

Aumentan las denuncias por bullying: SET
Las denuncias por bullying escolar en Tamaulipas se incrementaron tras la muerte de «Jano»; la Secretaría de Educación contabilizó 180 denuncias en dos años, con mayor incidencia en Victoria, Matamoros y Nuevo Laredo.

«A partir del 2014 empezaron a realizarse jornadas intensivas, que forman parte de una estrategia integral del programa Escuela Segura, denominadas Semanas de Seguridad y Convivencia Escolar, en este contexto todas las escuelas de nivel básico del estado se involucran», informó la titular de la Subdirección de Programas para la Integración Social y Cultural de la Secretaría de Educación, Laura Gaither Jiménez.

Señaló que ahora existe una mayor cultura de la denuncia, e incluso antes ni siquiera se exponían.

«Del 2014 a la fecha se recepcionaron 180 denuncias que fueron atendidas, en donde observamos que hay municipios con mayor número, que son Victoria, Matamoros, Nuevo Laredo».

«Esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la participación de padres de familia y fortalecimiento del liderazgo educativo, pero también de la oportunidad que tienen los adolescentes para reflexionar y desarrollar habilidades sociales que les faciliten la relación interpersonal».

Las agresiones van desde lo verbal a lo físico, pero dijo que los casos se han atendido y se han logrado arreglar mediante el diálogo y las acciones para mejorar la convivencia escolar.

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS