Por muy obvias razones, las campañas de los candidatos a presidentes municipales han pasado a un segundo término. La atención mayoritaria de la población está puesta en la competencia de Baltazar y Cabeza de Vaca por la gubernatura de Tamaulipas.
Pero echando un vistazo a lo que han venido haciendo quienes aspiran a administrar los gobiernos de Tamaulipas, son pocos los que salen bien parados.
En sus discursos abundan las fórmulas viejas, las propuestas repetitivas y muchas veces imposibles de concretar. Hay, en casi todos los casos, exceso de palabras y falta de ideas.
Su falta de empuje pega por igual a los dos aspirantes con posibilidades de llegar a la gubernatura. Cuando más necesitan factores locales que les garanticen votos el 5 de junio, se encuentran con personajes que parecen haberse tirado en la hamaca, en espera de que el efecto “Balta” o los “vientos de cambio” los lleven en hombros hasta la silla de su respectivo Palacio Municipal.
En el caso de Acción Nacional todavía no se entienden del todo algunas de las decisiones tomadas por el CEN en acuerdo con el candidato a gobernador. Hay municipios importantísimos en términos electorales donde las formulas elegidas por Acción Nacional parecen condenadas desde el inicio a un segundo lugar, que inevitablemente afecta la ruta que tiene contemplada el equipo de Cabeza de Vaca.
En la frontera hay al menos dos casos: por un lado en Reynosa, Maki Ortiz no levanta, en parte porque su designación causa serias fracturas en el panismo de ese municipio.
Es un caso parecido al de Matamoros, donde a estas alturas el panismo y el grupo político que todavía gobierna la ciudad, evidencian una clara lejanía con la campaña de Verónica Salazar.
Los eventos que Cabeza de Vaca ha desarrollado en Matamoros han estado lejos de llenar las expectativas del candidato.
Tal vez por eso, el senador con licencia ha adoptado a la zona conurbada del sur de Tamaulipas como su centro de operaciones. Para nadie es novedad que allá cuenta con una estructura que apuntala su candidatura desde hace años, comandada por el ex delegado del IMSS, Chucho Nader, y el ex diputado federal, Germán Pacheco, ahora candidato a la presidencia municipal.
Visto lo anterior, cobra sentido la muy polémica designación de Magdalena Peraza como candidata del PRI a la alcaldía de Tampico. Si bien es cierto que su abanderamiento causó urticaria a varios santones del priísmo jaibo, la verdad es que la maestra siempre fue la más popular de los aspirantes, la única con el arrastre popular para sumar votos a la causa de Baltazar Hinojosa,
y no convertirse en un dolor de cabeza más para el PRI.
Son factores que confirman lo que se venía sosteniendo con insistencia: la madre de todas las batallas se librará en aquél rincón de Tamaulipas.