Delia Itzel López Dueñas 16 años, estudiante de Mecatrónica en CBTis Plus 271
Los padres de Itzel, Delia y Omar, nunca pensaron que su niña desarrollaría talentos matemáticos. Recuerdan que sus juegos siempre estaban ligados a encontrar números y letras, y
ahora son los orgullosos padres de una joven inventora.
«Fui parte de la segunda generación de la Incubadora de Genios, terminé las tres fases que consistían en aprender electrónica básica, robótica, mecánica y tecnologías de la Información, Autocad, programación en Legos, más avanzado. En ese tiempo nos seleccionaron por la calificación de un examen de Enlace en Primaria, yo estaba en la escuela primaria José Villarreal Tello, tenía 11 años y fui uno de los puntajes más altos en matemáticas».
Ahora Itzel estudia la especialidad en Mecatrónica en el cuarto semestre en el CBTis 271 Plus de Victoria, Tamaulipas.
Sus días pasan entre la electrónica digital, electrónica analógica, metrología, neumática e hidráulica, es una de las ocho jóvenes estudiantes de esa especialidad y con frecuencia ellas además de hacer cálculos y armar proyectos, le ponen el toque creativo a las presentaciones.
«A mí me gustaría terminar la carrera de Mecatrónica», dice Itzel mientras sus padres admiten que harán lo posible para que su hija vaya al Tecnológico de Monterrey.
Itzel, es también la primer niña en Tamaulipas que adelantó grados académicos gracias al programa Promoción Anticipada, es decir, avanzó desde el segundo año de secundaria en la
Escuela General No. 7 de la colonia Adolfo López Mateos hasta el primer semestre de Bachillerato.
«No me gusta que digan que soy niña genio, soy normal sólo me involucro en la ciencia y la tecnología», dice Itzel, quien asegura que la ciencia es interesante y las mujeres hacen falta en las ingenierías, ellas saben hacer y pueden hacer lo mismo que los varones con la electricidad, las herramientas y la programación.
«No tiene nada de malo que a una mujer le guste la Mecatrónica, yo sé que les gustaría», dice Itzel, mientras habla también de el contacto que la ciencia le ha permitido con otras culturas, sobre todo la Taiwanesa, en su último viaje al extranjero.
«Hemos ido a competir con apoyo del COTACYT y del Gobierno de Tamaulipas a Nueva York, Taiwan, Perú y ahora en Septiembre iremos a Argentina, pero este lunes tenemos otro concurso en Querétaro, donde llevaremos el proyecto llamado: Dispositivo Mecatrónico para el Control de la Plaga del Chapulín, es una trampa que captura a los Chapulines y los
mantiene vivos para reducir la plaga en los sembradíos de maíz y frijol».
Este proyecto se presentará en el Décimo Octavo Concurso Nacional de Prototipos que se desarrollará en Querétaro durante esta semana.
«Esperemos que nuestro regalo del día del estudiante sea ganar, para traer otro premio a Tamaulipas porque siempre tenemos el apoyo del gobernador de diferentes maneras y cuento también con el apoyo de la Secretaría de Educación en Tamaulipas», afirma Delia Itzel.
Bibiana Álvarez Flamarique, 17 años, estudiante de Preparatoria ICEST
Bibi, tiene ojos chispeantes, sonrisa discreta y una energía de torbellino, es campeona en el extranjero de Jazz.
Baila desde los cinco años de edad, inició en el baile por influencia de su madre quien deseaba que su hija se ejercitara, pero Bibi no quería bailar.
«Ahora mi madre me dice que ya no baile porque es mucho gasto, pero ya no puedo dejar de bailar».
Entrena dos meses antes de cada competencia, dos horas a la semana y los fines de semana medio día, en ese tiempo Bibiana sacrifica las reuniones familiares y las salidas con sus amigas.
A veces a sacrificado también horas de clase y más de una ocasión ha requerido invertir tiempo extra para sacar adelante sus proyectos escolares e ir a concursar en los campeonatos de Jazz.
«Mi mamá a veces me veía cansada porque me desvelaba en los ensayos y en la mañana ya no me podía levantar. Pero el cansancio se me olvidaba en el transcurso del día y continuaba bailando por la tarde. Ahora soy Maestra de Jazz y y Jazz Funk, desde hace seis meses desde que inició Light Body en Victoria».
Dance Factory, un Estudio de Guadalajara la seleccionó junto a sus compañeros Niltón Guerrero y Rolando Nieto, para ir a entrenar un mes a Guadalajara y competir en el mes de Mayo en Orlando, Florida, así ganaron Bronce en Jazz y Oro en Pom.
«Antes de irme a esa competencia tuve que adelantar muchos proyectos escolares, porque si no mi mamá ya no me daría lo que necesito para bailar. Estudio en el ICEST, es preparatoria de dos años, pero llegando debo pasar los apuntes y hacer tareas y todas esas cosas. El baile si me ha quitado muchas cosas como el convivir en reuniones familiares, pero bailar y ser ganadora hace que todo valga la pena».
Bibiana, es una jovencita de pocas palabras, la mayor parte de su energía se expresa en el baile. «Ahora que termine la prepa quiero irme a Monterrey para estudiar Negocios Internacionales, pero allá también voy a ser Maestra de Jazz, quiero hacer mi propia academia pero allá, creo que en Victoria ya hice lo que tenía que hacer ya no puedo avanzar más en el baile aquí porque es una ciudad pequeña, allá en Monterrey hay otras ramas del baile que puedo estudiar y me permitirán avanzar en mi pasatiempo.
No quiero estar en el baile siempre yo quiero tener un trabajo y por las tardes dedicarme a bailar», dice Bibiana.
La fama no le ha cambiado, nunca pensó destacar en el baile de manera internacional, pero ahora sabe que puede lograrlo.
«Yo no tenía visa para ir a Orlando, antes de las tres semanas del concurso me la dieron y la experiencia allá fue muy padre, la gente nos recibió muy bien, el baile me ha dado todo lo que tengo, aunque diga que ya no quiero bailar porque es un gasto muy fuerte.
A veces quisiera ir al cine y aunque trabajo no voy porque todo lo invierto aquí en los viajes, vestuario y ensayos y es que hasta comprar agua todos los días es un gasto», explica Bibiana, cansada por el esfuerzo físico, pero satisfecha del la medalla de Oro que ganó para México.




